
La Real Federación Española de Fútbol, que niega al Villarreal y al Atlético de Madrid la posibilidad de disputar un partido de La Liga en Miami, va a organizar la Final de la Supercopa de España, que se celebrará los días 9, 8 y 12 de enero, en Arabia Saudí, un país que conculca buena parte de los Derechos Humanos más elementales, una dictadura mucho más fanática y cruel de lo que pudo ser la de Videla.
RTVE, alegando razones humanitarias, ha renunciado a pujar por esa competición. Poco me importa que las estrecheces económicas que padece ente público, con la prórroga de los presupuestos de Rajoy, haya pesado más o menos en esa decisión, que aplaudo.

Seguro que a todos se nos vienen a la cabeza futbolistas de esos equipos con el carácter y el tirón mediático suficiente para rebelarse, pero, de momento, permanecen mudos.
¿Quien calla otorga?
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