martes, 29 de abril de 2014

La grande bellezza

Se me pasó cuando la proyectaron en Donostia. Tenía ganas de verla y mucho más después de que se llevara el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Así que celebré que mi mujer la alquilara en el video-club este fin de semana. Me equivoqué.

La película es visualmente fascinante y merece ser vista en pantalla grande, para disfrutar de los más bellos rincones de una Roma primaveral en esas horas que van del ocaso al amanecer. En la pequeña pantalla, uno se queda con las ganas.

En cuanto a la trama, es una sucesión de saraos a los que asiste un escritor de 65 años, que se hizo famoso por una novela que escribió a los 25, y cuya vida gira en torno a la nada más absoluta. Un cínico que se pasea por fastuosos escenarios, displicente y empalagado de sí mismo, rodeado de personajes tan decadentes y vacíos como él.

La película es una dieta de ‘Berlusconismo’ y ‘bunga-bunga’, que me dejó al borde de la náusea producida por el desfile de individuos instalados en las más altas esferas, a cual más amoral y sinvergüenza .

Me dejó muy mal cuerpo y no se la podría recomendar a nadie.

2 comentarios:

  1. A mí, en el cine, me gustó, la verdad. Efectivamente retrata ese mundo, que existe, como otras películas retratan la vida de asesinos, o de colgados del sexo y/o drogas, etc, mundos decadentes, mundos in/amorales, mundos hostiles.

    En otro orden que nada tiene que ver, acabo de ver Gran hotel Budapest, me gustó mucho (peli diferente, como pudo ser Amélie, por ejemplo), e Ida, que es "sencilla", pero muy hermosa.

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    1. Seguro que en el cine la sensación estética hubiera abortado la náusea. Gracias por las recomendaciones. Tengo muy buenas referencias del 'Gran hotel Budapest'.

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