martes, 14 de julio de 2015

Sensaciones y delirios de un novato a los 34.

Ima tirando de Asier y Alexander
Vuelve por aquí Ima González Gete, de cuya enorme carrera de 5.000 metros el pasado sábado en Durango dábamos cuenta en el post de ayer. Nos cuenta esta vez cómo decidió probar la pista y de qué manera se ha enganchado. A ver si cunde el ejemplo. Allá va:  

Gracias a que un día hace año y medio, me crucé por el paseo de La Concha con el grupetto de los Pantxovillas, empecé a acercarme a la para mi tan temida pista de Anoeta. Los “Pantxovillas” son atletas de gran solera en el panorama donostiarra, como la pareja Otegi-Colomo, Jordi Ruiz Cabestany, el todoterreno Xabi Lekue, Xabi “la wikipedia del atletismo” Erentxun, Javi “Juasisi”, Jon Marquet, Lizar, Murua, Garijo  o Amaia Ostolaza entre otros. Buen humor, mucha sabiduría y bien de cervezas; todo esto me abrió de par en par las puertas del atletismo (tan curioso, como poco ortodoxo camino).

Con el discurrir de los entrenos, coincidí con otro figura como Ion Arzubialde; y se me fueron grabando los consejos de dos veteranos en mil batallas y compañeros de trabajo, como Álvaro Baraja y Jesús Salazar.

Pero aun y eso, el batacazo que me pegué en el maratón de Donostia en 2014, del cual deje mis impresiones en este blog de Gabriel, hizo que me replanteara mi situación.  De todo esto, saque en claro una única cosa, yo quería mejorar y punto.

Aconsejado por Xabi Erentxun y Jordi Cabestany, contacte con Florian García Pavón, y de paso descubrí, por un lado, lo paquete que yo era en realidad, y por otro, un mundo nuevo, el del atletismo.

Florian en medio de su 'cuadra'
Nunca me había considerado atleta, ya que recurriendo a esa famosa frase que tantas veces oigo, “atletismo, es lo que se hace en un pista de atletismo, lo otro es correr” y yo la pista hasta entonces, nasti de plasti.

Los entrenos de Florian me parecían un dolor de narices y más cuando observaba a mis compas de grupo, como Mikel Albéniz, Juanlu Gómez o Sergio Román metiendo y clavando los tiempos. Mientras otros galgos como Edu Gallego (actual campeón de Gipuzkoa de maratón) o Andoni Olaxa, se esforzaban en recuperar su mejor nivel.

Hasta que un jueves de abril, Imanol Cruz me preguntó si tenía intención de debutar en la pista y antes de que yo dijera nada, Sergio Román se me adelantó y dijo que claro que si. Yo no dije ni esta boca es mía, simplemente me cagué en el pantalón.

A la cola en el 1.500
Un milqui agónico en el campeonato de Gipuzkoa acompañado del “Expre-sso du Lyon” Thom Gambino, fue una curiosa piedra de choque. A día de hoy sigo pensando que no hice nada bien y eso se veía reflejado en la cara del bueno de Florian. Thom y yo calentamos como dos domingueros (que somos), salimos atrás igual que en una popular y dada nuestra mala colocación, corrimos desde el principio a perder lo menos posible. Vamos un desastre.

En junio y mejor entrenado, acudí a una prueba de libre participación en Ordizia, en la que los grandes Yeray Varela y Eneko Agirrezabal, intentaron batir marca, pero sin suerte. Me dio pena, porque admiro a ambos dos. Pero del que me llevé una muy grata impresión, fue de del por todos conocido como “Tasio”, un fenómeno, salió de liebre en cabeza y en vez de retirarse, acabó tirando del veterano César Pérez, todo un ejemplo de generosidad el del Aloña. Yo debuté en ese 5000, yendo de la mano de Alex Oiarbide, 15:57 en meta y con los ojos haciendo chiribitas.

Todo empezó en invierno, con el cross
Al de poco volví al lugar de los hechos, esta vez al mitin organizado por el equipazo del Txindoki, con mucho level en la pista. Y como dice Florian, la pista te pone en tu sitio rápido, no vale el maquillaje. Esta vez a mi anterior pareja de baile se nos unió Asier Fernández, con una exigua mejoría (10 segundos), pero con unas sensaciones bien diferentes. Eso si, al pasar el 3000 se me vinieron a la mente unas palabras de Álvaro Arrieta que no olvidaré nunca, “hay vida más allá del 4000”, ¡¡¡¡Jojojojo!!!!, ahora me rio, pero cada vez que lo paso me quiero morir.

Y en estas nos presentamos en Durango el pasado sábado. Yo únicamente quería mejorar y así se lo había prometido a Florian. La carrera se presentó perfecta y en gran medida o en su totalidad, gracias al inestimable trabajo de Joseba Larzabal, que hizo una exquisita labor. Aingeru se limitó a hacer lo que tenía que hacer y el resto a apretar el culo. Faltaba toda la crema de grandes atletas y los que acudimos aprovechamos las circunstancias. Personalmente, corrí como me dijeron que corriera, con el pam, pam, pam en la cabeza y agarrado con uñas y dientes al grupo. Sufrir es obligatorio y si a eso le añades diversión, el resto viene rodado. Creo que la ilusión no entiende de edades y lo que marca la pauta es la motivación, condicionado por las lesiones, eso es así.

El atletismo  es duro, duro de narices, pero mejorar te produce una satisfacción, que no te la da ninguna camiseta de finisher, ni ningún trofeíllo de cualquier txuminada de estas que crecen como setas a lo largo del calendario.

Poco puedo añadir a lo que nos cuenta Ima y muy especialmente a su última reflexión. Mis raquíticas marcas en la pista, desde el 400, hasta el 10.000, las valoro mucho más que mi tiempo de la B/SS (1:12:11), por citar sólo la reina de las populares.

A ver quién es el siguiente en seguir el ejemplo de Ima

Por cierto, a un nivel super-popular, sin jueces, ni foto-finish, ni nada parecido, este jueves, 16 de julio, a las 19:00 horas, he quedado con Juanjo Gibaja para correr una milla (1.609 metros) en Anoeta. Son 4 vueltas y 9 metros más a la pista. ¿Quién se anima a acompañarnos?

2 comentarios:

  1. Aupa Ima !!!! Entrenas a las órdenes de Florian, defiendes la camiseta del Atletiko, echas la bilis entrenando con Thom, Juanlu, Mikel, Sergio...en cuanto dejes de mirar el crono así en la pista serás ya un ATLETA !!!!!!

    Es broma, ese 15´21'' ya tiene mucho mérito, ondo segi !!!

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  2. Jajaja en Durango salí sin reloj y funcionó jojojojojo

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