lunes, 27 de julio de 2020

El deporte de base, maltratado

Seguimos sin saber cuándo y dónde podremos salir en una carrera y disfrutar de la experiencia ya casi olvidada de la competición. Mientras tanto, asistimos a un rosario de cancelaciones consecuencia, a mi modo de ver, de la inseguridad jurídica –que no sanitaria- y la falta de certezas mínimas para los organizadores, que se enfrentan al riesgo de una suspensión administrativa arbitraria, como las que venimos padeciendo desde que el 14 de marzo el Gobierno de España decretara el estado de alarma.


Quienes pensábamos que al decaer el estado de alarma volvería la sensatez, nos hemos encontrado con no un Gobierno, sino con diecisiete Gobiernos autonómicos y centenares de Ayuntamientos dictando normas que, en mi caso –lo admito, soy un tipo raro- han provocado que me auto-confine, retrocediendo no sé si a la fase 1 o la fase 2, para no soportar el deprimente espectáculo de ciudadanos con bozal por calles apenas transitadas o perfectamente transitables guardando las distancias necesarias con los demás.


Esta mañana, en Facebook, he visto y escuchado la entrevista que Iker Velasco le hacía a Ibon Muñoz, factótum del Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea, el club mejor gestionado de Gipuzkoa, en mi opinión, que organiza carreras populares como, en orden cronológico: Media Maratón + 10 K de Irun (febrero), Millas por la Salud Mental (cancelada), Subida a San Marcial (cancelada), Cross Popular de Santiago (cancelada), Subida a Guadalupe (septiembre), Txingudi Korrika (octubre), Cross Ciudad de Irun (noviembre) y Gabonetako Krosa (diciembre).


Dice Ibon Muñoz en esa entrevista que quieren celebrar la Subida a Guadalupe y que esperan contar con hasta 500 participantes, que saldrían de forma escalonada. Están trabajando en los protocolos y ajustando los presupuestos, esperando conseguir los permisos necesarios, a la vez que conscientes de que todo se puede ir al traste por una decisión de última hora de la autoridad competente… o quizá también incompetente. Esto último lo digo yo.

Para mí, es lacerante al tratamiento que está sufriendo el deporte de base en esta desescalada, en la que se pueden celebrar festivales de Jazz y abarrotar terrazas, pero hay limitaciones para la utilización de instalaciones al aire libre, como las pistas de atletismo, y las piscinas están prácticamente vacías.


¡Ojalá! se pueda celebrar esa Subida a Guadalupe. ¡Ojalá! no se produzca ninguna incidencia que dé pie a nuevos abusos de poder. ¡Ojalá! podamos contribuir a que clubes ejemplares como el Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea puedan cumplir con una misión tan noble como la difusión del atletismo en la comarca del Bidasoa y la prestación de servicios orientados al fomento de la actividad física para todos los segmentos de la población.


Apuesto a que todos estaríamos mucho más sanos y podríamos enfrentarnos mejor a la amenaza del Covid-19.


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