viernes, 29 de marzo de 2013

Fe, esperanza y caridad

Esta entrada también la podía haber titulado: De Ratziger a Bergoglio y/o de la razón al corazón.

Aprovechando que el ruido mediático se ha trasladado del Vaticano a la Semana Santa de Sevilla y Málaga, de las que, a tenor de lo que nos cuentan en algunos medios, sus protagonistas son personajes como la duquesa de Alba o Antonio Banderas, hago un repaso de lo que me ha quedado, de todo lo que he leído, desde que se hizo pública la renuncia de Benedicto XVI.

Para el que quiera un tratamiento serio, desde una posición próxima a nosotros, os recomiendo el blog de Javier Elzo, que tiene varias entradas sobre el tema.

Para el que quiera un acercamiento desde la posición de un no creyente, tal como él se declara, el artículo publicado por Mario Vargas LLosa en El País, el domingo 24 de febrero, antes de conocer el nombre del nuevo Papa, en el que valora el legado de Ratzinger con frases como: '...haríamos mal en festejar como una victoria del progreso y la libertad el fracaso de Joseph Ratzinger en el trono de San Pedro. Él no sólo representaba la tradición conservadora de la Iglesia, sino, también, su mejor herencia: la de la alta y revolucionaria cultura clásica y renacentista que, no lo olvidemos, la Iglesia preservó y difundió a través de sus conventos, bibliotecas y seminarios, aquella cultura que impregnó al mundo entero con ideas, formas y costumbres que acabaron con la esclavitud y, tomando distancia con Roma, hicieron posibles las nociones de igualdad, solidaridad, derechos humanos, libertad, democracia, e impulsaron decisivamente el desarrollo del pensamiento, del arte, de las letras, y contribuyeron a acabar con la barbarie e impulsar la civilización...' Os invito a leer todo el artículo. Merece la pena.

A Joseph Ratizinger le debemos un enorme trabajo intelectual que concilia la fe con la razón, con hitos como su famoso discurso de Ratisbona; y frases como: 'La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana'. 'El laicismo se está convirtiendo en una ideología autoritaria e intolerante'. 'No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor'.

La cultura occidental y muy especialmente la cultura europea bebe de las fuentes del cristianismo y, por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos sería impensable sin recurrir a esas fuentes.

En Europa asistimos al declive el todas las religiones en general, pero en el contexto mundial el catolicismo es una religión emergente. En los últimos cien años, el catolicismo ha multiplicado por cuatro sus fieles. Si en 1910 eran 290 millones, en 2013 la cifra ronda los 1.200 millones. Por lo tanto, podemos afirmar que el catolicismo es la religión más global y, por lo que llevamos viendo en el último mes y medio, la más medíatica. Dejando a un lado el catolicismo, las otras confesiones cristianas agrupan a 1.000 millones de fieles, repartidos en miles de iglesias distintas.

El islam tiene 1.600 millones de seguidores, pero divididos en múltiples sectas, tendencias y escuelas; y concentrados en Oriente Medio, parte de Asia y el norte de África. Y es en el sur de África donde más está creciendo el catolicismo, que a día de hoy, agrupa a 170 millones de creyentes.

En América Latina, cuna del nuevo Papa Francisco, se concentra casi el 40% de los católicos; católicos que, además, son mucho menos pudorosos que nosotros, los europeos, en la exteriorización de su fe. Por quedarnos en el fútbol, Messi se santigua después de cada gol (no para de santiguarse el crack argentino) y Falcao hace pública su fe siempre que tiene oportunidad.

Un Papa que ha traído la esperanza de cambio a la iglesias católica y que parece orientar su apostolado hacia los más pobres y desfavorecidos, en una práctica cristiana de la caridad. Tarea que deberá desarrollar manteniendo la unidad de esa misma iglesia católica, clave de su pervivencia durante dos mil años y de su crecimiento en el último siglo. Un crecimiento que apunta, todavía tímidamente, a la India y a China, donde ser católico resulta contrario a la doctrina oficial del régimen y está perseguido.

Puede que en los primeros gestos del Papa Francisco esté la esencia de una frase que circula por la red, de otro argentino, Jonathan Moldú, de quien no he encontrado otra referencia que su cuenta de twitter: 'Las personas fueron creadas para ser amadas, y las cosas fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos es porque las cosas están siendo amadas y las personas están siendo usadas'.

sábado, 23 de marzo de 2013

Un ruso despistado

Le pones un chándal y un gorro y podría ser él
Ocho y cuarto de la mañana. Hace frío. Como casi todos los sábados, me dispongo a rodar unos diez o doce kilómetros. En cuanto me asomo a La Concha, me aborda un hombre de correr cansino, que parece salido de la Rusia de los zares, si no fuera por su atuendo: un chándal totalmente negro. Gorro negro, como para correr por Siberia, larga barba blanca, pequeña estatura, muy delgado y de edad tan avanzada que hasta podría haber conocido al último zar.

Me habla en un idioma del que no pillo nada y me enseña su acreditación como atleta participante en el Campeonatos de Europa de Atletas Veteranos, que se celebran esta semana en Donostia. Con ese dato, me entero de que es ruso. Y también me enseña la tarjeta de su habitación en el hotel Londres, del que estamos a menos de 400 metros en línea recta. Creo entender que es ahí adonde quiere ir. Le señalo el hotel y las letras rojas que se distinguen con toda claridad en el tejado.

Mi idea era ir hacia Ondarreta, pero cambio de opinión en cuanto observo que, en vez de seguir en línea recta, se mete por la primera bocacalle, hacia la plaza Zaragoza. Llego rápidamente donde él y le acompaño hasta la puerta del hotel. Hemos ido corriendo, muy despacio. Yo he seguido mi camino y el ruso me ha despedido juntando las palmas de las manos y haciéndome una reverencia. Espero que no me haya confundido con el zar... ni con Lenin.

Cuando he vuelto, me ha parado un vecino, que, al parecer, había sido previamente abordado por el veteranísimo atleta y había observado mi 'maniobra'. 'Menudo despiste llevaba el ruso', me ha dicho.

Le he sonreído y he llegado al portal de casa, pensando que puede ser normal que un anciano atleta ruso se despiste por La Concha, aunque no haya pérdida ¿verdad? Lo que ya parece más difícil de asumir es el despiste en el que lleva instalado, va para dos años, el alcalde de Donostia, una cuidad que, para su tamaño, podría ser hasta cosmopolita y que él se empeña en gobernar como si fuera el pueblo de Igeldo... en la época de los zares.

Como dice Joaquín Sabina: 'No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió'.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Cuenta comnigo

No dejéis de ver el video. Es una joya de la publicidad
Así titulaba mi hija, Maria, el mail que me puso ayer, a las 15:47, para felicitarme por el día del padre, después de que a la mañana, en casa, ni se acordara y tuviéramos el habitual 'intercambio de opiniones' a cuenta de nuestros muy diferentes puntos de vista respecto de lo que una persona civilizada y bien educada debe hacer en el tiempo que media entre el momento en el que se levanta de la cama hasta que sale de casa. Ya veis que, cuando me pongo, puedo ser tan políticamente correcto como el que más ¿eh?.

El mail decía: Zorionakkkk!!!! Mira este vídeo de YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=ZkV_O_1H_uk&feature=youtu.be

Al abrirlo, casi se me saltan las lágrimas, porque, en poco más de dos minutos, vi transcurrir los 25 años que llevo disfrutando de Maria... y lo que me queda por disfrutar.

No hubo regalo, ni corbata, ni perfume, ni nada para correr, sólo un beso que me dio a la noche, cuando volví a casa, que hizo verdad este verso de Pablo Neruda: 'En un beso sabrás todo lo que he callado'.

No os perdáis el anuncio y disfrutad de los besos de vuestros hijos, tengan la edad que tengan.

lunes, 18 de marzo de 2013

Carrera de Primavera 2013

Un año más, la Carrera de Primavera, primo-rosamente organizada por la troupe de los Donostiarrak, hizo honor a su reputación. Además, salió una mañana triste y sin apenas viento, ideal para correr.

Me presenté en la salida casi de milagro, aprovechando un break en el trabajo que me tocaba, también este domingo, para terminar con la integración de los sistemas de Kutxa en Kutxabank. Suerte que la salida y la llegada están a un kilómetro de Ibaeta y que, en hora y media podía ir a la salida, correr, volver y ducharme para seguir currando. El tirón que tiene esta carrera era una motivación especial para estar ahí un año más.

En la salida, coincidí con mi hijo y con Angel Castrillo, a quien estuve tentado de acompañar, porque no tenía ni idea del ritmo al que podría correr, después de 4 meses en los que apenas he entrenado. Hasta la Behobia aguanté con los rescoldos del pico de forma que alcancé en septiembre y, poco a poco, fui cayendo. Mi última carrera fue el Cross de Reyes, muy lejos de mi mejor forma y, desde entonces, me había puesto las zapatillas 30 días, con poco más de 200 kilómetros acumulados, ninguno de calidad. Calderilla para lo que acostumbro a entrenar. En el camino se había quedado mi participación en el Campeonatos de Europa de Veteranos, que se celebran esta semana en Donostia.

Terminé muy contento de mi carrera, que superó mis mejores expectativas, que estaban en acercarme a los tiempos del Cross de Reyes: 41':48". Salí muy rápido (4':03" el primer km.) y levanté un poco el pie, llegando al ecuador de la carrera en 20:46". En la segunda mitad, noté la falta de kilómetros y de ritmo, pero aguanté bastante dignamente, haciendo un segundo parcial de 21':00" y terminando en 41':46", mucho mejor de lo que hubiera imaginado y con bastante buenas sensaciones, sin sufrir demasiado. Estoy contento.

Iñigo: 1432
Y mucho más contento me puse al encontrarme en la meta con mi hijo Iñigo, que pulverizó su marca personal, dejándola en 36':31", cuando su objetivo estaba un minuto por encima. Carrerón, yendo a más y terminando fortísimo. La segunda mitad por debajo de 18'. Y mucho mérito porque tampoco Iñigo está entrenando todo lo que le gustaría. El trabajo, en mi caso, y los estudios, en el suyo, están por delante del deporte. Tiempo habrá para ello.

Saliendo del entorno familiar, contundente victoria de Eneko Aguirrezabal, un chaval con una clase enorme, que sobresalió de muy joven y que ha tenido intermitencias, que esperemos hayan terminado a la vez que sus estudios. A continuación, hasta los 35':02" que marcó el veterano Iñaki Lopetegi, se metieron 26 atletas, de los que destacaría al incombustible Ibai Alba, a quien vi rodando a buen ritmo por La Concha, a las nueve de la mañana, en dirección al Ayuntamiento y que cuenta en su facebook que volvió corriendo a casa. ¡Ke makina!

Otro máquina es Javier Colomo, por quien no pasan los años ¿O son sus estancias en el altiplano africano las que le mantienen tan fino?

Con el mismo tiempo que Iñigo, entró Juan Carlos Arregui, a quien debo un post. Está preparando el maratón de Viena, en el que, como siempre, hará un gran papel. Ya lo veréis.

Aunque no fueron las primeras chicas, Amaia Ostolaza y Elena Silvestre protagonizaron un precioso duelo, resuelto a favor de la primera, que está teniendo una progresión espectacular, por tres escasos segundos. Pero ojo a Elena, que, por su juventud, tiene un amplio margen de progresión.

Hablando de chicas, quien estaba feliz era Eider Gorostegui, que bajaba por primera vez -¡y cómo!- de cuarenta minutos: 39':20". Una marca que todos le pronosticábamos y que ella, valiente, se creyó y consiguió. Zorionak, Eider!

Siguiendo con nuestro grupo de entrenamiento, Ramón Ros hizo una buena carrera, a 3':44"/km. y a David Díaz algo le tuvo que pasar en la segunda mitad para irse a los 38', porque en el ecuador de la carrera iba para bajar de 37'. Pepelu Sarobe nunca falla y volvió a bajar de 39'. Y eso que apenas mete calidad en los entrenamientos. Con Joxean Odriozola fui hasta el kilómetro 6, pero ya no pude más. En 4 kilómetros me metió 25" y 39 puestos. Y seguro que no fue al 100% ¿eh?. Pedro Pérez, a quién pillé hacia el km.4, terminó en 42':17", haciendo una buena carrera, lo mismo que Ana López, con la inestimable ayuda de Juan Mari Ignacio quien, una vez más, acreditó que es una liebre de lujo. El veteranísimo José Luis Bereciartua coqueteó con los cuarenta y cinco minutos: 45':09".

Karmele Mitxelena se está poniendo en forma para Alemania, donde los 'kutxeros' o 'kutxabankeros' correremos a finales de abril: 45':19", acompañada de su marido, Txema Lakidain, que se ponía un dorsal después de muchísimos años de calvario en forma de lesiones. Cristina Zarrabeitia, que cumple los años al revés, hacía 45':28", acompañada de su fiel escudero Tomás.  

Y siguiendo en la clasificación, me encuentro con la periodista María Jesús Silvano, gran atleta en sus años mozos, nuestra compañera Alaitz Sagastizabal, mi sobrino Jon, consumado golfista que le pega a todo, Ana Olaizola, Iñaki Garagarza, compañero jubilado hace años, a quien tenía perdida la pista, y compañeros más jóvenes como Iñigo López TapiaEider Cacho o Juan Mari Garín, que no se pierde una.

Yo soy el 1431
En definitiva, una bonita carrera de la que tengo que destacar a Luis Peralta uno de los pioneros de los Donostiarrak y magnífico fotógrafo, a quien debemos las fotos que ilustran este post. Eskerrik asko!

domingo, 17 de marzo de 2013

El silencio de los corderos

Virgen de Begoña
Begoña, Arantza y Estíbaliz tienen la misma edad, estudiaron juntas y las tres siguieron la tradición familar, dedicándose a la agricultura y la ganadería, en tres grandes granjas colindantes. Mantuvieron siempre una buena relación, sin competir las unas con las otras. Coincidían en las ferias, se juntaban a comer de vez en cuando, se felicitaban los cumpleaños y las Navidades, se hacían algunos regalitos y llevaban con éxito sus negocios, cada una con su propio sello.

Veinte años atrás, cuando eran más jóvenes e inocentes, estuvieron a punto de juntar las tres granjas, sin éxito. Pese a la buena voluntad de las tres, no era tarea fácil. No tenían el mismo tamaño, sus modelos de negocio eran distintos y, sobre todo, sus respectivas familias no estaban por la labor de perder los privilegios de los que disfrutaban cada una por separado; repartiéndose los frutos del negocio, sin dar un palo al agua.

Begoña y Arantza, cada una por su lado, comenzaron a expandir el negocio a otros territorios. Begoña optó por la tradición, la ortodoxia y la prudencia. Arantza, fuera de su territorio natural, revolucionó el negocio, lo que le ayudó a modernizar sus estructuras, sus sistemas y sus procesos. Estibaliz, por su parte, siguió aferrada a sus pastos y a las huertas de toda la vida, apostando por fidelizar a sus clientes. Así las cosas, la granja de Begoña, que era la más grande, fue perdiendo terreno; la granja de Arantza no supo poner freno a tiempo a los riegos en los que estaba incurriendo; y la granja de Estibaliz fue perdiendo peso relativo en el sector.

La crisis también les llegó a ellas. Los beneficios empezaron a menguar y las familias empezaron a quejarse, sorprendidas, además, por el comportamiento de las tres mujeres que, hasta entonces, habían llevado una soltería irreprochable.


Virgen de Arantzazu
Arantza tenía una aventura con un madrileño, que se estaba aprovechando de ella. Begoña se casó con un señorito andaluz, entrado en años, dueño de un latifundio en ruinas. Estíbaliz, en los confines de su finca, se hizo un palacete de diseño, envidia de las mejores bodegas de La Rioja -y de sus vecinas- adonde trasladó la gestión de su negocio.

Arantza terminó malamente con el madrileño. Begoña recuperó la dimensión que había perdido con el paso de los años, sumando a sus prósperas tierras las del latifundio andaluz, pero estaba comprometiendo sus reservas por las deudas del señorito. Y Estíbaliz tenía dificultades para mantener su estructura en un escenario de recesión.

Así las cosas, las tres vecinas, aconsejadas por sus abogados, se plantearon una fusión. La negociación, si la hubo, fue rápida. Begoña se quedó con la mayoría del negocio y el resto se lo repartieron entre Arantza y Estíbaliz. Y comenzó el baile.

En sus primitivas granjas no hubo grandes dificultades, más allá de las cuestiones técnicas y de los distintos modelos de gestión, fagocitados por los de Begoña. En las nuevas granjas, abiertas en otros territorios,  se apostó por la agricultura, por la que se había decantado Begoña y se decidió sacrificar las ovejas que pastaban en las tierras de Arantza, que no reaccionaba, mientras se le iba quedando cara de cordero degollado.