miércoles, 18 de enero de 2017

Desde los 61

La primera acepción del diccionario de la Real Academia Española, define agonía como: angustia y congoja del moribundo; estado que precede a la muerte. En su etimología, nos remite al latín antiguo como: lucha, combate... o angustia.

Bien entrado en el otoño de mi vida, he conocido y conozco a personas eternamente agonizantes, esperando a, o combatiendo contra una muerte perezosa, en un sucedáneo de existencia en el que ni viven, ni dejan vivir a los que les rodean, cual perros de la huerta de la dama de la guadaña, huérfanos y estériles de afectos.

Otros, prefieren que la muerte sea un enemigo oculto y desconocido, una visita inesperada, una sorpresa dolorosa. Y breve ¿verdad?

No me gustaría verme en ninguno de los dos casos. Porque desde que nacemos, empezamos a morir cada día. Me agobiaría tener que hacer en media hora, o en una semana, lo que podría y debería haber hecho durante toda mi vida. Y aborrecería dejar de VIVIR -con mayúsculas-  por aferrarme a una existencia lúgubre, egoísta y misántropa.

Hace un par de años, me sugirieron una norma de conducta: ¿qué pensarías de esa persona, cómo juzgarías a esa otra, cómo resolverías este grave problema, si estuvieses próximo a morir? Obra siempre como obrarías en aquel momento.

¿Cómo he empleado mi tiempo mientras estoy vivo? ¿Estoy satisfecho del uso que estoy haciendo de él?

Interesantes preguntas, que me salen al paso, desde los 61, hasta el infinito y más allá.

3 comentarios:

  1. Eres un chaval. Un M60, no más.
    Zorionak!
    I.K.

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  2. Qué bonita reflexión!!! Yo, tuve la buena suerte de ver a la muerte de cerca. Si digo bien, la buena suerte.
    Tuve la dura experiencia de ver cómo la muerte truncó la vida de mi mujer con 46 años.
    Y esa dura experiencia me abrió los ojos y me hizo ver lo afortunado que soy, me hizo valorar cada minuto de mi vida. No podemos perder el tiempo en lamentos, la vida es para vivirla, para vivirla aquí y ahora. Y si,la muerte llegara, y como no sabemos cuándo, no dejemos nada para luego, no sea que nos pille con la faena sin terminar.

    Muchas gracias Gabriel !!! Que grande eres!!! ��������

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