domingo, 9 de abril de 2017

50 semanas y media en Brighton

Ayer se escenificó la entrega de las armas y el ¿fin? de ETA, y ayer terminé 50 semanas y media en Brighton, novela de Eugenio Ibarzabal, del que acababa de leer Días de ilusión y vértigo, algo así como un biopic autobiográfico del autor, centrado en su pase por la política vasca.

50 semanas y media en Brighton es la autobiografía que Benja, un joven estudiante de ingeniería, que en el Bilbao de los años 60 protagoniza diversas acciones que a día de hoy nos parecerían totalmente inocentes, como expresión de su militancia nacionalista, que le aboca al exilio en Francia, a punto de terminar su carrera. Son 50 años de su vida, que escribe durante 50 semanas en Brighton, adonde viaja para aislarse de Bilbao y del desengaño que supuso su vuelta del exilio. Allí, en Brighton, conocerá otro estilo de vida, otras costumbres y otras mujeres, que le harán redescubrir el amor, cincuenta años después.

La novela, publicada en 2015, discurre en paralelo entre el tiempo real, en Brighton, con referencias a la actualidad política y económica, y escenarios del pasado de Benja, con referencias a la lucha política en los años 60 y 70, el exilio en Paris, el nacimiento de ETA, a la que se refiere como 'La Organización', y el desencuentro con 'El Partido' (PNV).

Brighton
Rezuma un profundo desencanto por lo que pudo ser y no fue y cuestiona el relato que nos ha llegado de aquellos años cuando todos éramos más inocentes. Lo que pasó en realidad, no supera la prueba del algodón.

A medida que la vamos leyendo, podemos reconocer a personajes semejantes a muchos de los que, al menos los de nuestra generación, hemos conocido, tratado y, en muchos casos, dejado de tratar.

Es la historia de un derrotado, que ha tenido que pagar un altísimo precio por unos ideales y un compromiso, traicionado -¿o seria mejor decir defraudado?- por unos y por otros.

Da qué pensar.

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