martes, 10 de octubre de 2023

Kelvin Kiptum sucede a Eliud Kipchoge

Para hacernos una idea de la dimensión de la hazaña, un periódico tan rabiosamente futbolero como el MARCA, en su portada de ayer, a toda plana, abre con una foto de Kelvin Kiptum y este título: Kiptum a un paso de la mítica barrera de las dos horas.

El domingo, en el Maratón Chicago, que acabó en 2:00:35, batiendo el récord mundial de Eliud Kipchoge (2:01:09), le sobraron 36" para bajar de las dos horas. Calculo que serán unos 115-120 pasos, dependiendo de la longitud de su zancada.

Kelvin Kiptum cumplirá 24 años el 2 de diciembre. Es un atleta que apenas ha pisado la pista y que tiene marcas discretas -para un atleta de su nivel- como 28:27 en 10.000 metros (Estocolmo, 2021) y 28:17 en 10 K en ruta (Utrech 2019).

Su mejor marca en Medio Maratón la hizo en 2020, en Valencia (58:42), en una carrera en la que fue sexto.

Debutó en Maratón el año pasado, en Valencia, ganando con una gran marca: 2:01:53.

Este año ha ganado dos Majors: Londres con 2:01:25 y ayer en Chicago con 2:00:35. El segundo, Benson Kipruto, llegó en 2:04:02, a 3:27 de Kiptum, una diferencia abismal, que se traduce en 5" por kilómetro o casi 1.200 metros de ventaja. Una barbaridad.

En el cuadro que sigue, tenemos los pasos cada 5 kilómetros, que son asombrosos:















El primer medio maratón lo hizo en 1:00:48 y el segundo en 59:47. Insisto, asombroso.

De momento, ha corrido 3 maratones y ha ganado los tres, destrozando a todos sus rivales. Ahora mismo, parece el único atleta capaz de bajar de las dos horas.

Ahora bien ¿tenemos que olvidarnos de Eliud Kipchoge? Yo no firmaría su certificado de defunción atlética.

El año que viene, en agosto, con 39 años, su gran objetivo será el Maratón de los Juegos Olímpicos de Paris, buscando la tercera medalla de oro en la distancia, algo que nunca ha conseguido ningún otro atleta. 

Un maratón en un Campeonato y más en unos Juegos Olímpicos, no tiene nada que ver con un maratón comercial, como cualquiera de los 6 Majors, en los que, con liebres, se busca una gran marca. En Paris, no habrá liebres. Si tuviera que apostar, lo haría por Kipchoge.

Tampoco descarto que Kiptum, que tendrá ofertas millonarias por bajar de dos horas, apueste por los dólares antes que por la gloria y su objetivo, incompatible con Paris, sea el maratón de Berlin, en septiembre. En ese circuito, a nada que el clima acompañe, puede bajar de las dos horas.

El año que viene, saldremos de dudas.

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