El próximo día 20 cumplirá 71 años, en los que ha acabado 76 maratones, entre ellos los 7 Majors, además de uno, del que está especialmente orgulloso y que duró 42 años y 195 días, que fueron los años que trabajó, todos en la misma empresa, con diferentes nombres, en una espléndida trayectoria profesional. En estos tiempos en los que muchos reniegan del trabajo y suspiran por una jubilación para la que todavía les faltan muchos años; y en los que hay quienes trabajan el mínimo imprescindible para cumplir 'sin más', ha sido un ejemplo de compromiso, dedicación y profesionali-dad.
Y en el mundillo del running donostiarra y gipuzkoano, pocos atletas habrá que tengan el aprecio y el reconocimiento de Jesús, un tipo, afable, simpático y con la sonrisa de oreja oreja.
Dijo Groucho Marx aquello de 'Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.'
No es aplicable a Jesús Eguimendía, a quien podemos ver con la camiseta de los Donostiarrak, de Triku, del Fortuna, del Club Vasco de Camping y vaya usted a saber de cuántos más.
Siempre se ha decantado más por la vertiente lúdica, social y festiva de las carreras que por la competitiva. Tal es así que entre esos 76 maratones hay que contar uno que hicieron Idoia Esnaola, el y algún otro friki, hará cosa de diez años, dando vueltas a la isla de Santa Clara.
Pese a ello, un par de esos 76 maratones los corrió en 3h:17'.
Su primer Major -¡cómo no!- el de New York lo corrió en 2004, con 50 años, en 4:01:45. En 2009 corrió en de Berlin en 4:11:57. Al año siguiente se fue a Chicago, donde acabó en 4:10:28. En 2012 volvió a cruzar el charco para correr en Boston en 5:02:04 y al año siguiente, en Londres, hizo su mejor marca: 3:56:34. El sexto fue el de Tokyo, en 2016, en 5:40.33.
Su trayectoria en los Majors va casi en paralelo con tres aventuras en el Marathon des Sables, prueba de 250 kilómetros por el desierto del Sahara, que se desarrolla en seis etapas y que completó en 1997, 2009 y 2011.
Es un clásico y probablemente el más veterano de las liebres de la B/SS, prueba que en 1990 corrió en 1:24:41.
Después, una grave enfermedad, a la que consiguió vencer con una actitud positiva a prueba de bomba nuclear, lo tuvo una larga temporada fuera del asfalto, que no de los amigos, que siempre estuvimos con él.
El domingo pasado, el 31 de agosto, el Maratón de Sidney, en Australia, entraba en el circuito de los World Marathon Majors como el séptimo y hasta allí se fue Jesús, que acabó en 5:41:47, con la cara de felicidad que vemos en la primera foto.
Llevaba cuatro años sin correr un maratón porque al anterior databa del 2021, en Donostia, cuando, tras superar la enfermedad, se puso el objetivo de volver al asfalto Como vemos en la foto, se corrió en unas condiciones dantescas, lluvia, fuerte viento y frío intenso -lo recuerdo bien, porque estaba de voluntario en el Boulevard- y lo acabó en 4:48:14
La entrada en el calendario de los Majors del maratón de Sidney fue un acicate para volver a los 42 kilómetros y 195 metros, una cifra inseparable de la trayectoria vital de este fenómeno, con quien podemos coincidir casi a diario, rodando tranquilamente y casi siempre muy bien acompañado. Un tipo que se hace querer.
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