viernes, 8 de agosto de 2014

Liderazgo = servicio

Más por omisión que por acción, el liderazgo está de moda. Se reclama para la política, para la empresa, para el deporte… Y hay un consenso generalizado respecto de la crisis de liderazgo que padecemos, mientras se derrumban mitos como el de Jordi Pujol.

En ese río revuelto, distintos gurús, tertulianos y charlatanes varios proponen sus recetas, muchas veces contradictorias, de líderes carismáticos, una suerte de mesías que se pondrán al frente y nos conducirán a la tierra prometida. Algún ejemplo reciente se me ocurre y debo confesaros que a mí ‘miedo me da’.

Yo me quedaría con que nos dirijan personas que sean capaces de servir, de hacer más fácil el trabajo de los demás, de marcar un rumbo y de predicar con el ejemplo personal, de revisar ese rumbo y adaptarlo cuando los hechos y los datos lo aconsejen.

Yo me quedaría con personas  fuertes y decididas que no hagan de menos a los demás, humildes pero no apocadas,  amables sin ser serviles, honestas y coherentes entre lo que hacen y lo que dicen, y que lejos de la almidonada solemnidad de algunos, que parece que nos reprenden constantemente, tengan el sentido del humor suficiente para aceptar que son personas como nosotros, con nuestras mismas debilidades, nuestras mismas tentaciones y nuestra misma tendencia a equivocarnos.

Volviendo al concepto de servicio, como dijo Teresa de Calcuta: ‘El que no vive para servir, no sirve para vivir’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario