
Ayer, lunes de Semana Grande, era el día grande de los Piratas. Había visto algún año el espectáculo desde la barandilla de La Concha, esperando la llegada de mis hijos, pero sus embarcaciones naufragaron casi antes de salir y me tuve que conformar con verlos llegar a nado. Acompañado por mi hijo, para las 17:00 horas estábamos apostados al comienzo del Paseo de los Curas, un palco magnífico para disfrutar del espectáculo.
Porque es un espectáculo ver multitud de plataformas pensadas para flotar en el agua abarrotando el puerto de Donostia, con la salida bloqueada por dos barcos, cuya vigilancia consiguieron burlar, como buenos piratas, un par de embarcaciones que se adelantaron a la hora prevista, haciéndose a la mar con ventaja.

Media hora tardaron los primeros en llegar a la playa, mientras todavía quedaban balsas en el puerto, algunas verdaderamente espectaculares, y la bahía se poblaba de todo tipo de objetos sobre los que mantenían el equilibrio chicos y chicas de todas las edades, mejor o peor uniformados. ¿Desde cuándo los piratas llevan uniforme?
Nos fuimos poco antes de las 18:00, hicimos unas compras y cuando volvimos a casa, a las 19:00 horas, seguían llegando balsas, que eran ordenadamente trasportadas hasta la salida, donde un férreo control les hacía el pasillo hasta el desguace.
Como una imagen vale más que mil palabras aquí os dejo el magnífico reportaje fotográfico de Luis Peralta, cuyas fotos ilustran este post.
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