lunes, 16 de julio de 2018

La final se jugó el martes

La final de la Copa del Mundo de Rusia se jugó el martes 10 de julio y también la ganó Francia por un ajustado 1-0, frente a única selección que le plantó cara: Bélgica, que es la que a mí me hubiera gustado que ganara. Aquel día no estaba Meunier (por acumulación de tarjetas) y su defensa fue superada en una jugada a balón parado. Me pregunto cuánto hubiera dado Roberto Martínez por contar con Varane y Umtiti, autor del gol de los bleu.

Salvo el primer partido de cada una de las selecciones finalistas, he visto todos los de Francia y Croacia. En ninguno de ellos ha estado Francia en apuros y en todos ellos me ha dado la sensación de que no daban el cien por cien, conformándose con controlar el partido. La única vez que se pusieron detrás, con Argentina, reaccionaron volteando el 1-2 hasta dejarlo en 4-2. Han ido por la parte dura del cuadro y han dejado en el camino a ArgentinaUruguay y Bélgica –que había eliminado a Brasil- mientras Croacia pasaba con apuros frente a selecciones menores como Dinamarca y Rusia; y sólo en la prórroga, tras estar contra las cuerdas hasta el gol del empate, ganaba merecidamente a Inglaterra, otra selección sobrevalorada.

Mi pronóstico para la final de ayer fue: Francia le va a meter cinco. Lo formulé antes de empezar el partido y lo ratifiqué cuando Pogba marcó el 3-1. Poco faltó. A nada que se hubieran aplicado a ello y acertado en alguna contra, hubiera llegado ese quinto gol. Creo que no quisieron hacer sangre y que algo tuvo que ver en ello Didier Deschamps, un vasco-francés de Bayona, tan discreto y humilde, pese a haber ganado, como un medio centro tan oscuro como efectivo, dos Copas de Europa con dos equipos distintos (Marsella y Juventus), y un Campeonato del Mundo y otro de Europa con Francia.

Tampoco en la final, a mi modo de ver, se empleó Francia al cien por cien. Es la selección más joven del torneo y tiene ante sí un futuro espléndido, tras haber formado un EQUIPO, que gira alrededor del jugador más inteligente de esta Copa del Mundo: Antoine Griezman. Mientras sigan así y no se dejen deslumbrar por Mbapé

Como no formo parte del amplio colectivo de anti-gabachos, que ha salido a la luz estos días, poniendo en evidencia ese gran defecto que es la envidia, me alegra mucho la victoria de Francia, un gran EQUIPO y un gran país, del que tenemos mucho que aprender.

Y termino con el VAR, tan denostado por algunos ¿periodistas? deportivos que observan cómo la tecnología: hechos y datos. Les achica el embarrado terreno de juego de la polémica y el agravio. A mí me ha parecido que hay un antes y un después del VAR. Más allá de que ayuda al árbitro a acertar más –y apunto aquí el gran nivel de los colegiados en esta Copa del Mundo- hace que casi desaparezcan las conductas violentas, las protestas y los fingimientos. 

Bravo por LA FIFA, que ha sido valiente con el VAR, y que ha puesto en evidencia  la prensa deportiva de este país, que va camino de terminar en una mala copia de Sálvame.

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