
Llegadas las semifinales, el VAR se ha quedado en el
trastero. Tampoco recuerdo que tuviera
incidencia en los partidos de los cuartos de final.
Durante trece años, entre 1973 y 1986, fui árbitro de
fútbol y sigo viendo los partidos con cierta deformación profesional, que me
permite apreciar el gran trabajo que han hecho el turco Çakir (que era mi
favorito para la final) o el argentino Néstor Pitana (en la foto).

Quizá tampoco sea casualidad la gran cantidad de goles
a balón parado, en jugadas de estrategia que, hasta la implantación del VAR,
eran territorio comanche para los delanteros y barra libre para los defensas.
¿Volverá el VAR en la final?
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