En el último post decía que estaba a la espera de una colaboración muy cualificada... que me acaba de llegar y quiero compartir cuanto antes con vosotros. Es del campeón de Gipuzkoa, un chaval de 28 años, que debutaba en el Maratón, a quien conozco y sigo desde infantiles, vestido siempre con la camiseta del Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea, con el que incluso ha llegado a lanzar jabalina, sumando puntos en las competiciones de Clubes, acreditando una marca de 46.69 metros, que data de 2016.
Estas son sus mejores marcas, del 800 al Medio Maratón.
Distancia
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Marca
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Fecha
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Lugar
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800 m
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2:00.00
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04/06/17
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Durango
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1.500 m
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4:02.67
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03/06/17
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Los Corrales
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3.000 m
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8:51.89
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01/05/17
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Getxo
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10 km
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0:32:54
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19/03/17
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Donostia
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B/SS
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1:09:05
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11/11/18
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B/SS
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Medio Maratón
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1:13:11
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28/10/18
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Donibane-Ho
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Acudiendo a las Tablas de la IAAF, la más valiosa de esas marcas es la de 1.500, que valdría 823 puntos. Cosa lógica porque, atendiendo al título que le ha dado a este post, esa sería la distancia favorita de Iñaki Lopetegi... hasta que ha descubierto el Maratón. Vamos con su relato.
Ese sería el
título que pondría a mi periplo en la preparación del maratón.
En abril tuve que dejar la temporada de pista al aire libre
por culpa de una ferropenia (falta de hierro y ferritina). Tras 2 meses de
descanso total y coger 6 kilitos, el 2 de julio, después de las fiestas de San Marcial, empiezo a entrenar suave. Recuerdo
el primer entreno, 8 kms a 4:45, parándome en el cuarto km porque se me subían
los gemelos… En mente, desde que dejé la temporada de pista, la Maratón, pero
ninguna marca ni nada por el estilo en la cabeza; cuando sales de una lesión o
un parón como el mío, lo único que quieres es sonreír mientras corres.
La preparación se resume en esta tabla:
Mes
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Kms
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Julio
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285,00
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Agosto
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432,30
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Septiembre
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537,40
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Octubre
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479,60
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Noviembre
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323,00
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TOTAL
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2.057,30
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- Julio: Todos los kms a más de 4:15.
- Agosto: Todos los kms a más de 4:10, ejercicios de auto carga y primeras tiradas de más de 25 kms.
- Septiembre: Empiezan los cambios de ritmo, con kms a 3:45, recuperando a 4:25, semanas de muchos kms con la Media Maratón de Samaniego como carrera más destacada, con bastante desnivel acumulado, que la acabo en 1h20'.
- Octubre: Seguimos con máximo volumen la primera mitad de octubre; en la segunda mitad empiezo con las 6 últimas semanas de afinamiento. Los cambios de ritmo pasan a ser series más rápidas y más cortas con recuperación al trote o parado. Competiciones: Txingudi Korrika en 34:05 y Donibane-Hondarribia en 1:13:11.
- Noviembre: Después de la Donibane, meto la última semana de máximo volumen y la semana de la Behobia empieza la descarga. La Behobia la corro con la intención de no darlo todo, y la hago en 1:09:05. Es aquí cuando me doy cuenta de que estoy en forma. Prácticamente rodajes suaves hasta el domingo antes de la maratón que hice 3x3000 en 9’55’’ con 2 de recu muy fácil.
Y por fin después de una larga última semana casi sin
entrenar (la peor de todas), llegó el maratón. Mido 1.78 y aporto un dato relevante: mi peso: 62,3 kilos, nueve menos que los que tenía el 2 de Julio.
En cuanto a la preparación, autodidacta total. Estudié el método de Renato Canova y algunos papers acerca de la mejora de la base anaeróbica durante los meses de mayo y junio. Ha sido un poca anárquica, con la base de dos días de calidad y el resto a cumplir el objetivo semanal de kms.
El Maratón
Me apunto al maratón de Donostia puesto que es el debut y es al que he acudido todos los años a ver correr a mi padre y mi tío desde que
tengo uso de razón. Inscribo mi nombre en la prueba a través de la Federación
para competir en el campeonato de Gipuzkoa, aunque en ningún momento pensaba disputarlo…
Esperaba lluvia, frío y mucho viento. Sin embargo estábamos
en la línea de salida y nada de ese pronosticado infierno aparece, estaba
cómodo, inconscientemente relajado y dispuesto a seguir a Mikel Rodriguez
Montaño, quien, en cámara de llamadas. me convenció para ir junto a él .
Antes de la salida mi tío Iñaki Lopetegi, que tiene un
máster en esto de las maratones fue el único que me dijo “estás para ganar, sal
a ganar el campeonato”, mi respuesta fue: “bastante será llegar a meta con una
sonrisa”, pero durante la carrera las palabras de mi tío estaban todo el rato
resonando en mi cabeza.
Suena la pistola y empezamos a correr, ritmo algo más rápido
del que pensaba, íbamos con Imanol Gonzalez Gete que era la liebre de 2h30. Voy
continuamente haciendo la goma, el último del grupo, había kms que me quedaba y
al siguiente km enganchaba, yo sin cambios, siempre a lo mío. A partir del km 14, Imanol empieza a meter varios kms por debajo de 3:30 y yo ya decido que ahí
no puedo seguir, me quedo definitivamente del grupo, me van sacando varios
metros, y yo sigo tranquilo a lo mío.
Pasamos la media y estoy 30-50 metros detrás del grupo que
formaban Imanol, Iñaki Gerika, JuanLu Gómez y Mikel Rodriguez, los 4 giputxis que
pugnábamos por el título. Xabier Lasa y Xabat Manzisidor estaban 300 metros por delante
pero no están federados y no optan al campeonato.
Es un poco después de la media cuando veo que Gerika se
descuelga del grupo, y en el km 23 le paso. El siguiente que cae del grupo es
Mikel al que cojo alrededor del 25. En este punto Imanol finaliza su trabajo
de liebre y JuanLu se queda sólo. Yo voy de atrás para adelante, a mi ritmo
cojo a JuanLu en el km 27 y le paso. Ya soy el primer guipuzcoano federado.
Hay 2 atletas extranjeros a pocos metros y decido ir a por ellos. En el km 29
consigo coger al segundo de estos y me quedo solo, bueno con la compañía de
Luis Aranzabal y Emilio, el juez de la F.A.G., que tenían el cometido de ir
con el primer atleta gipuzkoano. Es entonces cuando, a mi entender, hago la mejor parte de la carrera. Me siento con mucha fuerza, pero estoy continuamente pensando en el
famoso muro.
Al llegar al km 35,3 más o menos, cuando se da la vuelta en el Antiguo, intento cambiar el ritmo para ir a por el sub 2h30. Entonces fue
cuando la Maratón me habló de tú a tú, me dijo; “¡Eh chaval! Si quieres llegar a
meta, ni se te ocurra subir así las piernas o tu isquio se tira del barco”.
Entiendo el mensaje a la primera y sigo a ritmo exactamente 3 kms hasta que en
la subida al “Tourmalet” del túnel de La Concha ya no tengo tanto gas como para
seguir a ritmo y me dedico a poner un
pie delante del otro. A pesar de esto, hago los últimos 3 kms en 3:40, pasando a Xabat y a un sueco que iba bastante tocado. Estos últimos 3
kms fueron una mezcla entre dolor y emoción, con todo el camino lleno de gente
animando.
Por fin llegue al km 41. Indescriptibles los ánimos de Luis y
Emilio en la bici, los ánimos de todo el mundo a los dos lados de la carretera. Veía muchas caras conocidas, incrédulos
de ver a ese chaval que hasta hace meses hacía medio fondo y estaba recorriendo
el km 41 de la maratón a 3’40’’ y junto al banderín de 2h30. Ni yo me lo creía
pero era así.
He de reconocer que me saltaron las lágrimas, todos esos meses en
la sombra, todos esos días de calor, todos esos kilómetros detrás de la bici de
Shandra mi novia, venían todos esos recuerdos a la cabeza, me acordaba de mi
padre que por circunstancias laborales no pudo venir a ver la Maratón; mi padre
que desde los 5 años me ha llevado a todos los pueblos a correr. Escuchaba a
Luis diciéndome continuamente la gran carrera que había hecho, que lo
disfrutase, que era mi momento.
Entré en la pista y empecé a celebrarlo, no sin
antes dedicar la carrera a mi madre y mi novia, que estaban a pie de pista. Los últimos 50
metros los recorrí con los brazos en alto y al pasar la meta lo único que quería
hacer era llorar. Se había acabado, pero el final había sido mucho mejor del
nunca imaginado.
Termino con una reflexión: Quiero pedir a todos los maratonianos y futuros
maratonianos gipuzkoanos que por favor corran nuestro maratón de Donostia, que si
quieren mejorar es mucho mejor que vuelvan esos pelotones de hace 20-30 años, donde 15-20 gipuzkoanos luchaban detrás de la liebre de 2h30 en el maratón de
Donostia. En Gipuzkoa hay un nivel medio de atletas como yo, que pueden rondar
las 2h30 en maratón, entre todos podremos dar mayor nivel a este nuestro
maratón, seguramente habrá mejores circuitos, pero nada hay mejor que ver las
caras de toda la gente que te aprecia en los últimos 3 kms de la mayor batalla a
la que nos podemos enfrentar como atletas: EL MARATÓN.
A este magnífico último párrafo de Iñaki, que suscribo al 100%, añadiré algo que, a mi modo de ver, es importantísimo: durmiendo en tu propia cama.
Eskerrik asko! Iñaki eta ZORIONAK!!!!
Muy bueno lo de dormir en la misma cama, pero algo tendrán que hacer para evitar esa fuga de corredores a otros maratones.
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