En esta absurda distopía que nos está tocando vivir por las decisiones que están tomando los políticos que tenemos la desgracia de padecer, la práctica deportiva el aire libre, en vez de ser fomentada para contribuir a la salud de los ciudadanos, se encuentra con toda clase de obstáculos, empezando por la injustificada imposición de la mascarilla, siguiendo por la penalización de la práctica en grupo y acabando con la prohibición de cualquier competición no profesional. Sólo algunas actividades federadas son toleradas.
Contábamos ayer la reto de los cinco bidasotarras del Dunboa 8:30 y hoy vamos a hablar de lo que comenzó como una apuesta y que, vistas las condiciones del desafío, más parece un pretexto para que Iban Uranga invitara a comer a Arkaitz Aginagalde. Se trataba de correr 20,5 kilómetros y el primero le daba al segundo una ventaja de 5 minutos.
Por situar referencias próximas en el tiempo en distancias similares, Iban Uranga corrió la B/SS de 2019 en 1:19:13, mientras que Arkaitz Aginagalde hizo 1:22:42 en 2018.
Tras dos meses de entrenamiento, el pasado domingo era la cita, que arrancaba -¡cómo no!- en Bataplán, para ir hacia el Boulevard, Zurriola, Avenida de Navarra, Avenida de Ategorrieta, Calzada Vieja de Ategorrieta, volver a la Avenida de Navarra, ir hasta la Paloma de la Paz en Sagues, girar hacia la Zurriola, seguir por el Paseo Nuevo, girar en la rotonda de Bokado, volver por el Boulevard, Paseo de La Concha, Ondarreta... y seguir hasta la rotonda de Correos, en Ibaeta, para volver al punto de partida.
Con la bici, para controlar la carrera, iban Iñigo Urresti y Norman Cuenca, cámara en ristre. Acompañando a Arkaitz, pero por detrás, fue Jaime Alonso; y Txus Cañas hizo algún kilómetro con Iban.
Jon Daguerressar, autor de este estupendo vídeo, iba por detrás de todos.
Iban tomó rápidamente la cabeza, sin distanciar lo suficiente a Arkaitz, que apenas perdía un minuto al paso por el km. 10. Poco más amplió esa ventaja, de forma que sus tiempos fueron 1:22:30 para Iban Uranga y 1:23:44 para Arkaitz Aguinagalde, que entró en la meta como claro vencedor de la apuesta.
¿Que se apostaban? una buena comida, de la que Arkaitz seguro que da buena cuenta, invitado por Iban.
El siguiente reto de Arkaitz es el 3.000 que correrá el el Velodromo el próximo domingo. Llega en forma.
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