Mank

Esta mañana he visto Mank, película recién estrenada en Netflix, siguiendo la tendencia de otros títulos, como Roma o El Irlandés. Es una película en blanco y negro, ambientada en los años 30 y 40 del siglo pasado, que cuenta cómo Herman Jacob Mankiewicz trabajó en el guión de Ciudadano Kane, la que para muchos es la mejor película de la historia de cine, producida, dirigida y protagonizada por Orson Welles, que ganó su único Oscar por el guión de esta película, compartiendo el honor con Herman J. Mankiewicz, conocido como Mank. 

Con numerosos flash backs, nos vamos haciendo a la idea de cómo Mank, nacido como yo un 7 de noviembre, ahogó su talento en el alcohol, cómo se enfrentó a la Metro-Goldwyn- Mayer, cuál era la relación con su mujer y de qué manera hacía gala de su ingenio ácido y mordaz. También nos ubica históricamente con el ascenso al poder de Hitler, las derivaciones del nazismo y la situación política en los Estados Unidos.

Además, nos da una idea de su tormentosa relación con Orson Welles, cuya participación en el guión queda en entredicho, especialmente en una de las últimas escenas.

Por la tarde, he vuelto a ver por enésima vez Ciudadano Kane, cuya estética se reconoce en Mank, una película grande, en la línea del mejor cine de la época dorada de Hollywood, que se recrea con gran fidelidad.

La interpretación del protagonista, Gary Oldman, es fantástica en una película, rodada en blanco y negro, que es un homenaje al cine y una denuncia de las miserias de los más poderosos.

Si podéis verla, no os la perdáis.