El atletismo es el deporte rey, el más universal, el más inclusivo, el más variado y el más ecléctico. Solo en un deporte así pueden coincidir ligeros fondistas, potentes velocistas, astutos mediofondistas, espigados saltadores de altura, vigorosos pertiguistas o hercúleos lanzadores.
De esos lanzadores, de los de peso en concreto, nos vamos a ocupar hoy, tirando del hilo del Campeonato de Euskadi de Pista Cubierta sub 16, sub 18 y sub 20, celebrado el pasado fin de semana en el Velódromo de Anoeta.
Empezaremos por la tolosarra María Felisa Okomo (Lizeta), que en esa competición estableció un nuevo record de Euskadi sub 20, lanzando la bala a 13,44 metros. Con esa marca, a sus 19 años, está segunda en el ranking de España de la categoría. Este fin de semana, en Antequera, se celebra el Campeonato de España sub 20. Es una más que seria aspirante a medalla.
Y vamos a seguir con dos chavales de los que ya hablé hace unos días: Aratz Cendón y Zuhatz Sukia, atletas del Txindoki, entrenados por Odie López. El segundo tiene 14 años y una mejor marca de 13.18, que le sitúa 8º en el ranking de España sub 16. El pasado fin de semana, en el Campeonato de Euskadi, hizo cuatro nulos. Le vi el 20 de febrero, cuando lanzó 13.18 y encadenó varios nulos muy largos. Seguro que estarán trabajando la técnica, tan importante o más que la fuerza en esta prueba.
Aratz Cendón (15 años) es el vigente campeón de España y de Euskadi sub 16 y lidera el ranking de España con 15.90, con casi dos metros de ventaja sobre el segundo (13.94).
También a él le vi lanzar el 20 de febrero y me encantó cómo lo hacía, con una estética que está más cerca del ballet que de la fuerza bruta, con un lanzamiento en rotación en el que literalmente bailan en la circunferencia de 2,137 metros en la que apoyan los pies.
Las lanzadoras y los lanzadores de peso suelen ser atletas corpulentos, altos y pesados, que intimidan por ese físico tan contundente. Muchos pensarán que son torpes y lentos. Nada más lejos de la realidad. Son atletas muy coordinados y una de las claves de la prueba es la rapidez en la ejecución. Además, por lo general, son tipos joviales, bonachones y mucho más amigos que rivales entre ellos. Basta ver cualquier competición, incluso las de más nivel, como unos Juegos Olímpicos o Campeonatos del Mundo para comprobarlo.
No os los perdáis.
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