domingo, 13 de noviembre de 2016

La siesta de la B/SS

Con Beronika Noya
El pasado viernes, en la presentación de la 52. B/SS, escuché que la B/SS es mucho más que una carrera, son treinta mil carreras o 23.973, si hacemos caso de la clasificación provisional publicada en su web.

Pero hay algo que muchas de esas 23.973 carreras habrán tenido en común: la siesta. He corrido 26 veces la B/SS y salvo aquellas que han quedado muy cerca de mi cumpleaños (7/11), en las que, tras la carrera, nos hemos ido a comer fuera de casa para celebrarlo con la familia, la siesta ha formado parte del proceso.

Es una siesta especial. Tras devorar la comida para recuperar parte de las 1.332 calorías gastadas en la carrera, con las piernas doloridas por el ritmo que me ha impuesto la maratoniana Beronika Noya, incapaz casi de levantarme de la mesa, me he acostado y el sueño me ha vencido casi antes de taparme con la sábana y la manta.

Ha sido un sueño plácido y reparador, una siesta de pijama (que no uso) y orinal -como decía Cela- de la que he resucitado gracias al despertador que he tenido la precaución de poner.

Veronica Richard (1:54:40), a quien he tenido el placer
de conocer hoy en persona.
Después, he tenido que atender las prioridades familiares y aquí me tenéis, cumpliendo con mi cita diaria con el blog, que tendrá su continuidad en próximas entregas en los que los protagonistas estarán en la órbita de la reina de las populares, aunque haya perdido algunos de sus súbditos. Seguimos muchos fieles y más que vendrán.

A mí, que tengo 61 años, he corrido 26 y empiezo a pensar cuál será mi última, me ha dado un subidón cuando he coincidido en la salida con Fernando Gajate, que a sus 72 años ha completado una B/SS más en 1:41:29. Y seguro que no ha sufrido tanto como yo.

De eso, de sufrir disfrutando o de disfrutar sufriendo puede que haya soñado durante las dos horas largas de la siesta de hoy en la que, probablemente, he llegado a ese punto óptimo en el que combinando esfuerzo y placer al límite, habré hecho la carrera perfecta que, de momento, queda en el territorio onírico de mi subconsciente.

Porque después de hoy -y gracias, sobre todo, a Beronika- estoy seguro de que también a mis años se puede hacer una carrera perfecta... como la B/SS.

Felices sueños a todos.

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