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sábado, 14 de septiembre de 2019

Un viaje a Kenia


Vemos en la foto a Iñaki Etxaniz con su mujer, Amaia, sus hijos Asier y Aitor, con unos niños en Kenia. Nos cuentan su experiencia.

“Pocas veces pensamos en lo que tenemos; pero siempre en lo que nos falta” (Shopenhauer).

La conclusión que sacamos del viaje que hemos hecho la familia a Eldoret (Kenia) es que tenemos que valorar más donde vivimos y lo que tenemos y quejarnos menos.

Somos una familia de Urretxu.  Tanto mi mujer Amaia como yo somos profesores y tenemos dos hijos de 14 y 12 años, Asier y Aitor. Siempre habíamos tenido la tentación de ir como voluntarios a alguna escuela de África o Sudamérica, pero nunca se daba la ocasión. 

Soy aficionado al running, he hecho seis maratones (todas por debajo de tres horas y la mejor en 2:52); y 7 Behobias (1:16.20 en 2012), y seguía en las redes sociales a Marc Roig el afamado atleta catalán, afincado en Eldoret (Kenia), que trabaja y entrena con los mejores atletas kenianos, entre ellos Eliud Kipchoge. Un día entré en su página web www.insidekenya.net y vimos la posibilidad de ir de voluntarios a una escuela de Kenia. Nos pusimos en contacto con Marc y pronto nos encontró una escuela donde iban niños de necesidades educativas especiales para poder llevar a cabo el voluntariado y alojamiento para toda la familia. 

Llegamos el 10 de julio a Eldoret después de un viaje bastante largo. Coche de Urretxu a Madrid, vuelo Madrid-El Cairo; El Cairo-Nairobi y unas seis horas de coche de Nairobi a Eldoret, donde hemos pasado un mes.

A las mañanas íbamos toda la familia a la escuela donde estábamos con los niños en clase, ayudando en lo que hiciese falta. Era una escuela de unos 150 alumnos donde solo iban niños y niñas con necesidades educativas especiales (Síndrome Down, autistas…). La experiencia en la escuela ha sido fantástica, nuestros hijos han estado ayudando en una clase con el profesor Jacob. Hacían de todo; corregían ejercicios de mate, les ayudaban a escribir, jugaban al futbol, hasta les han enseñado un poco de euskera. Y tanto Amaia como yo hacíamos lo mismo en otras clases. Los alumnos eran muy cariñosos, siempre tenían una sonrisa o un gesto agradable con nosotros y cuando entrabamos en clase todas las mañanas empezaban a aplaudir dándonos la bienvenida. Todos los alumnos como Shedrak, Mary, Bibian, Elvis, Dennis… nos han enseñado muchas cosas pero yo me quedo con su sonrisa permanente, nos lo hemos pasado genial con ellos. Quisiera agradecer también a los profesores de la escuela que nos ayudaron mucho e hicieron que nuestra estancia en la escuela fuese agradable.

Hemos conocido a mucha gente entre ellos a Julien Lyon; un atleta internacional suizo que está entrenado en kenia para los juegos olímpicos de Tokio en la disciplina de maraton. Julien, vive a caballo entre Eldoret e Iten. Eldoret es la ciudad de la zona con casi 300.000 habitantes (2100 m de altitud) e Iten es un pueblo que está a unos 40 min en coche de Eldoret donde viven y entrenan  muchos atletas  (2400m de altitud). Julien aparte de entrenar duro también ha creado un proyecto llamado Simba for kids, donde os recomiendo que les sigáis en Facebook y Instagram. 

Simba for kids es un proyecto donde ayudan en una escuela de primaria de Iten y sus familias. Es un proyecto nuevo nacido en este mes de abril y ya han hecho muchas cosas. Nosotros estuvimos con Julien visitando la escuela  y algunas familias y nos enseñó todo lo que están haciendo. Han construido baños en la escuela, un pozo (no tenían agua), un puente donde poder cruzar un rio, dan ayudas a las familias poniéndoles gallinas y dándoles la comida básica. En definitiva, un pequeño pero buen proyecto solidario donde merece la pena ayudar ya que sabes que el dinero aportado llega a su destino. Ademas, Julien ha metido en el proyecto a su compatriota y compañero de fatigas Julien Wanders recordman europeo de 10 km en ruta (27:25) y media maratón (59:13), que vive también en Iten.

Todas las mañanas, antes de ir a la escuela, salía a correr y al segundo o tercer día me junté con un atleta, empezamos a hablar y nos dimos los teléfonos. De allí en adelante entrené todos los días con su grupeta y hemos hecho una gran amistad. Todos los días venían a nuestra casa a las 6:00 de la mañana (allí empieza el día muy temprano) unos 4-5 corredores para entrenar. Al principio me daba vértigo entrenar con ellos ya que todos tenían unas marcas de sub 2h20 en maratón o sub 1h03 en media, pero pronto vi que ellos entrenan muy suave cuando tienen que entrenar suave y muy rápido cuando entrenan rápido; esos días yo iba a mi ritmo jejejeje!!!! 

Era una gozada ir con ellos, me han enseñado muchas cosas; unos sitios increíbles para correr, cómo entrenan, lo que comen,… y por las tardes muchas veces quedábamos con ellos en su casa o en la nuestra y tomábamos té y nos enseñaban a cocinar. Hemos aprendido a cocinar ugali, chapati… Son gente muy humilde, no tienen mucha cosa, viven al día pero son muy felices.  Su sueño es poder correr algún día en Europa y así poder ganar un poco de dinero para comprarse un taxi o una moto y poder trabajar. ¡Ojalá lo consigan! 

Os voy a pedir un favor: de los 4-5 que iban conmigo a entrenar, solo uno de ellos tenía GPS y muchas veces la batería le fallaba y no le aguantaba ni 10-12 km. A veces a nosotros nos pasa que compramos uno nuevo y se nos queda en casa el viejo que todavía funciona. Si alguien se encuentra en esta situación y tenéis en casa un reloj GPS con pulsómetro y  cargador que funciona correctamente, pero que no lo usáis, dármelo a mí para que les haga llegar y así puedan entrenar en mejores condiciones.  Os lo agradecerán y mucho. Os dejo mi email para poder contactar conmigo: ietxaniza@irakasle.eus, o me buscáis en Facebook Iñaki Etxaniz y me mandáis un privado.

No quisiera terminar sin antes dar las gracias a Marc Roig y su mujer Merci por la ayuda que nos han prestado en este maravilloso viaje. Nos han ayudado en todo; buscando alojamiento, escuela, traslados… pasamos un fin de semana estupendo con ellos en Naivasha e hicimos también un safari en el parque nacional de Nakuru; una familia estupenda.

Tanto nuestros hijos Asier y Aitor,  como Amaia y yo estamos muy agradecidos a todos los que hemos conocido en este maravilloso viaje porque nos han enseñado muchas cosas. Hemos visto otra cultura, otro país, conocido a gente maravillosa y hemos visto la realidad de Kenia desde dentro. Nos llevamos mucho más de lo que hemos dejado. Y además he tenido la oportunidad de poder hacer unos km con Kipchoge y también ver un entrenamiento suyo haciendo series en una pista. No os podéis imaginar cómo va, no corre, vuela. Yo apuesto de que baja de las dos horas en Viena.

En definitiva, unas vacaciones donde hemos combinado familia, trabajo, turismo y hobbies. ¿Qué más podemos pedir?


sábado, 16 de diciembre de 2017

Correr en Burdeos

O lo que sea que haga yo, a lo que quizá no sea muy ortodoxo definir como correr, cuando empleo más de una hora en recorrer 11 km escasos.

Desde el jueves estamos disfrutando de unas mini-vacaciones en Burdeos, una gran cuidad, y un paraíso para el runner, que poco tiene que envidiar a Donostia, si cambiamos el Paseo de La Concha, Ondarreta y la Zurriola por las orillas del río Garona, con sus impresionantes puentes. Lo que gana el mar al río lo empata la amplitud de esas orillas, en las que pueden convivir sobradamente paseantes, ciclistas, patinadores y corredores.

Pont de Pierre
Tenía la referencia del maratón de 2016, en el que Juan Carlos Arregui fue 14º, en 2:53:03, lo que da una idea del nivel de la carrera, en la que se clasificaron casi tres mil atletas. Esto contaba entonces Juanjo Gibaja El circuito es duro... No hay grandes cuestas, pero es un continuo sube-baja. La zona urbana, a partir del km. 28, es una sucesión de giros entre calles y no hay un tramo recto de más de 500 metros, lo que dificulta coger y mantener un ritmo uniforme. Y el adoquinado de las calles del centro es un suplicio para los pies. 

Otro de los que lo corrió, Diego Moreno decía: 'Maratón que me ha encantado, nocturno, te sacan un rato a pasear por los viñedos, subes a visitar un Chateau, atraviesas un mercado, mucha animación musical con el 'porrompompero' incluido -jijijiji- mucho público animando:  "Allez Dieegoo", perfectamente organizado, el centro de Burdeos cerrado desde la mañana, una consigna de 10, avituallamientos buenos...'

De lo que hemos visto en dos días, tengo claro que en esta cuidad, casi totalmente llana, con larguísimas calles y avenidas, se puede hacer un gran maratón.

Ayer, sabiendo a las 7:22 (¡¡¡qué tarde!!!) con mucho frío y muy ligera y eventual lluvia, pude recorrer casi 11 km, casi en linea recta y sin apenas desnivel. Me encontré con mucha gente, como si fuera por La Concha. Y a cualquier hora del día, a la orilla del Garona, hemos visto corriendo a gentes de toda edad y condición y especialmente a muchas mujeres, jóvenes en su mayoría.

De la ciudad igual os hablo mañana. Os dejo que me voy a correr, bueno, o lo que sea que haga yo a estas horas.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Un día en Soria

Puente medieval sobre el Duero
Después de varios días por los montes, pueblos y aldeas de la provincia, ayer fuimos a Soria capital, la segunda menos poblada de España, antes que Teruel. Según el censo de 2016 son 39.171 habitantes. 

Día frío y ventoso, aunque al mediodía, al sol, se estaba divinamente. Lo que más me ha sorprendido es que Soria vice de espaldas al Duero, que la atraviesa por el sur. La cuidad está en un alto desde el que se puede disfrutar de magníficas vistas del río. Así lo cuenta Gerardo Diego:

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

En las dos orillas, hay un paseo magnífico, que hemos hecho de punta a punta, comenzando en la ermita de San Saturio, cuyas bases están excavadas en la roca. 

En el largo paseo hemos coincidido con numerosos sorianos y visitantes; la mayoría caminando, algunos corriendo y alguno en bici, disfrutando de la casi quietud de las aguas del Duero, del silencio y de las citas de poetas que inmortalizaron la cuidad y el río, como Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bécquer o Gerardo Diego.

Llama la atención la huella dejada por Antonio Machado, que apenas vivió cinco años en Soria, donde llegó en diciembre de 1907 y de donde se fue en agosto de 2012, tras el fallecimiento de su mujer. Así cuenta sus vivencias en A orillas del Duero:

Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de sombra, lentamente.
A trechos me paraba para enjugar mi frente
y dar algún respiro al pecho jadeante;
o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
y hacia la mano diestra vencido y apoyado
en un bastón, a guisa de pastoril cayado,
trepaba por los cerros que habitan las rapaces
aves de altura, hollando las hierbas montaraces
de fuerte olor ?romero, tomillo, salvia, espliego?.
Sobre los agrios campos caía un sol de fuego.
Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo
cruzaba solitario el puro azul del cielo.
Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo,
y una redonda loma cual recamado escudo,
y cárdenos alcores sobre la parda tierra
?harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra?,
las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero
para formar la corva ballesta de un arquero
en torno a Soria. ?Soria es una barbacana,
hacia Aragón, que tiene la torre castellana?.
Veía el horizonte cerrado por colinas
oscuras, coronadas de robles y de encinas;
desnudos peñascales, algún humilde prado
donde el merino pace y el toro, arrodillado
sobre la hierba, rumia; las márgenes de río
lucir sus verdes álamos al claro sol de estío,
y, silenciosamente, lejanos pasajeros,
¡tan diminutos! ?carros, jinetes y arrieros?,
cruzar el largo puente, y bajo las arcadas
de piedra ensombrecerse las aguas plateadas
del Duero.
El Duero cruza el corazón de roble
de Iberia y de Castilla.
¡Oh, tierra triste y noble,
la de los altos llanos y yermos y roquedas,
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerta
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día,
cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;
o que, tras la aventura que acreditó sus bríos,
pedía la conquista de los inmensos ríos
indianos a la corte, la madre de soldados,
guerreros y adalides que han de tornar, cargados
de plata y oro, a España, en regios galeones,
para la presa cuervos, para la lid leones.
Filósofos nutridos de sopa de convento
contemplan impasibles el amplio firmamento;
y si les llega en sueños, como un rumor distante,
clamor de mercaderes de muelles de Levante,
no acudirán siquiera a preguntar ¿qué pasa?
Y ya la guerra ha abierto las puertas de su casa.
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.
El sol va declinando. De la ciudad lejana
me llega un armonioso tañido de campana
?ya irán a su rosario las enlutadas viejas?.
De entre las peñas salen dos lindas comadrejas;
me miran y se alejan, huyendo, y aparecen
de nuevo, ¡tan curiosas!... Los campos se obscurecen.
Hacia el camino blanco está el mesón abierto
al campo ensombrecido y al pedregal desierto.

Terminamos el día en el parque-monte de Valonsadero, del que tanto hemos oído hablar los incondicionales del gran Fermín Cacho

Merece otra visita.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Por las lagunas de Neila

A los aficionados al ciclismo, las lagunas de Neila nos suenan como final de etapa de la Vuelta a España de 1998, con victoria del 'Chaba' Jiménez, y como un clásico final de la Vuelta a Burgos.

Como están cerca de la provincia de Soria, donde estamos alojados, hemos cogido el coche y nos hemos acercado hasta allí. Hemos aparcado a kilómetro y medio de donde se pone la meta y hemos podido comprobar las tremendas rampas de esa subida.

Laguna Brava y de los Patos
Ya arriba, se pueden hacer varias excursiones hasta las distintas lagunas, situadas cerca de los dos mil metros de altura: la Larga, la Negra, la Brava, la de los Patos y, más abajo, la de la Cascada.

Se puede ascender hasta el alto de la Campiña (2.049 metros de altitud) desde cuya cima tenemos una vista espectacular de 360º, de la que hemos podido disfrutar gracias a un cielo bastante despejado, aunque no tan azul como el del miércoles.

En total, entre idas y venidas, hemos sumado más de 17 km en medio de un paisaje fantástico.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Donde nace el Duero

Lo hemos visto sin nieve
Ayer salió un día espléndido, de postal, sin una sola nube, fresco por la mañana y caldeado por la tarde, cuando daba gusto estar al sol, sin quemarse.

Tras los preceptivos 10 km de rodaje y el desayuno, compramos el pan, el periódico y algo de fruta y fuimos hasta Duruelo de la Sierra, que está unos 13 km de nuestra base y celebraba sus fiestas patronales. A las 10:30 nos pusimos en marcha con el objetivo de llegar hasta las fuentes del Duero, que nacen en la falda sur del piso de Urbión, a 2.160 metros de altura. Once km de ascensión partiendo de 1.199 metros de altitud, lo que da una pendiente media del 8,73% repartidos entre zonas de pista forestal, algo de carretera, y monte puro y duro, como los últimos 2,7 km y algún tramo anterior.

Paisaje arbolado hasta los últimos tramos, en los que apenas se adivina la corriente del río, que es poco más que un hilo de agua a finales de un verano especialmente seco. Casi novecientos kilómetros la separan de su desembocadura en Oporto, tras recorrer el noroeste de la península ibérica.

Cueva Serena
Tres horas de ascensión y rápida vuelta porque a esas alturas, pese al sol, el viento cortaba como un cuchillo. 

Almorzamos más abajo, al sol, en una zona arbolada y resguardada del viento. 

Alargamos el descenso visitando Castroviejo y la Cueva Serena, para volver por una pista hasta Duruelo de la Sierra, que nos recibió con cohetes. En total, 26 km de sol, sombra, viento y paz, como la que trasmite el Duero a su paso por Soria.

Un día casi perfecto.

miércoles, 27 de julio de 2016

Mario. 4:00.04

Lucía, su madre, le puso Mario porque en 1991 leyó 'Las soledades de Babel', un poema de Mario Benedetti, que comienza asi:

La soledad es nuestra propiedad más privada
viejo rito de fuegos malabares

en ella nos movemos e inventamos paredes
con espejos de los que siempre huimos

Un año después nació Mario. Su madre estaba sola, no sabía muy bien quién era su padre y tampoco tenía mucho interés en averiguarlo.

A sus 24 años, Mario trabajaba en el mejor bufete de abogados de Pontevedra, el de su abuelo Ramón, del que era el nieto predilecto porque, tácitamente, había sido su hijo.

El 13 de julio había colgado las zapatillas de clavos hasta la temporada de cross, después de correr un 1.500 en el Estadio da Xuventude, sin bajar de los cuatro minutos: 4:00.04. Maldito capicúa.

El mismo día 14, con permiso de Don Ramón, había cogido la bici y con sus amigos Anxo, Pepe y Moncho, se había echado a la carretera a completar varias etapas de los diferentes Caminos de Santiago. Aburridos de tanta bici, se habían alojado en una casa rural, cerca de Sanxenxo, y la tarde del 20 de julio se habían quedado a ver la etapa del Tour. Todos menos Mario, que después de desayunar, tarde, se montó en la bici y bordeando la costa de la ría de Arousa se dirigió hacia el Castro de Baroña, cuya playa le había recomendado Iria.

Playa nudista del Castro de Baroña
Cuatro horas y 88 kilómetros después, vio la señal que indicaba el Castro de Baroña y el parking, donde no quiso dejar su bici, regalo de su abuelo cuando consiguió la Licencia-tura. Cuando miró el reloj eran las cuatro de la tarde y cuatro segundos: 4:00:04. Otra vez el mismo capicúa.

Cargando con la bici, bajó hasta la playa por un camino abrupto de unos doscientos metros. Llevaba un plátano, dos kiwis, medio litro de bebida energética y un bocata de jamón, de los que se disponía a dar buena cuenta, después de darse un baño y mientras descansaba tomando el sol en la playa, junto con la cerveza helada que compró en el chiringuito del Castro, 

Cuando llegó, estuvo a punto de darse la vuelta. Ahora entendía la recomendacion de Iria. La playa era preciosa y la tarde era perfecta, sí, pero las escasas dos decenas de sus moradores estaban completamente desnudos. Había ido a dar a una playa nudista.

¿Continuará?

sábado, 23 de julio de 2016

¡Tú sí que sabes, Mariano!

Mariano Rajoy en Ribadumia
Desde hace unos años, nuestras vacaciones están asociadas a caminar. El plan es bien sencillo: un buen desayuno, una larga caminata por un bonito paisaje, echar la siesta en la playa, conocer los alrededores, una buena cena... y hasta el día siguiente, con el mismo programa.

Este año, hemos  vuelto a Galicia; y esta vez hemos orillado el Camino de Santiago, buscando otras rutas. La de ayer está dentro de lo que han bautizado como como Camino de Santiago 'Espiritual'.

Partiendo de Ribadumia, hemos subido hasta el monasterio de Armenteira; un itinerario conocido como Ruta da pedra e da auga, que durante casi 7 kms. transcurre por los márgenes del río Armenterira, en los que nos vamos encontrando un molino tras otro, ascendiendo 267 metros por un paisaje al abrigo del sol y bajo el palio de las viñas.

Seguro que los próximos días el presidente del Gobierno en funciones -que si Dios no lo remedia volverá a serlo por otros cuatro años- repite el paseo con la marcialidad que acostumbra ante las cámaras.

Antes de que el dispositivo de seguridad nos ponga las dificultades de rigor, disfrutamos de la ida y la vuelta por una de las mejores rutas para caminar que hemos tenido la oportunidad de conocer. Si vais por Galicia, dedicadle una mañana. Merece la pena.

Hay que reconocer que, al menos en eso, Rajoy no tiene mal gusto. 

viernes, 22 de julio de 2016

Corriendo por la muralla de Lugo

Habíamos terminado de cenar en el casco antiguo de Lugo y dimos un paseo para volver al hotel, situado fuera, a menos de doscientos metros de las murallas. Nos llamó la atención la gran cantidad de gente que a esos horas (más de las 22:00) paseaba o corría por allí arriba.

Digo corría porque, como pudimos comprobar esa noche y la mañana siguiente, aquello parecía el Paseo de La Concha, que viene a ser el paraíso de los runners. Hombres y mujeres de cualquier edad y condición física daban vueltas a un circuito de 2,2 kms. con piso de gravilla y notables desniveles, sorteando los muchos paseantes con los que se cruzaban.

La muralla romana de Lugo es el principal reclamo turístico de esa vieja cuidad, que merece una visita, no sólo por esa muralla sino también por el gran trabajo de restauración que están haciendo en el casco antiguo, el ambiente de sus calles y lo cuidado de su comercio local.

La muralla, de forma circular, tiene un perímetro algo menor que la más conocida de Ávila, de 2,5 kms, y forma rectangular, en el que destacan sus 2.500 almenas, elemento que no se da en la muralla lucense, que luce un número similar de torres: 85 por 87 de la castellana; y tiene una puerta más: 10 por 9 de la de Ávila.

Si tenéis oportunidad, acercaos a Lugo y animaos a hacer un rodaje por sus murallas. Os parecerá que estáis corriendo por el Parque de Aiete... o por La Concha.

viernes, 26 de junio de 2015

Correr, caminar, leer... disfrutar de la vida.

Ya que estamos en Galicia...
No ve me va a dar tiempo, Iñigo. Me quedo en Galicia. De entre los muchos comen-tarios que he recibido des-pués de haber concluido ayer el Camino Portugués, el de Iñigo Azurmendi (SiZiri Taldea): 'Todavía te va a dar tiempo de pasarte por el ABkrossa, jaja. Deskan-satu eta ondo pasa!!! me sirvió de inspiración para este post que espero terminar antes de que suene la cam-pana de las 24:00 horas.

No estaré en el ABkrossa. Y bien que lo siento, porque la excelente campaña que habéis hecho en facebook merece una gran participación. Nos quedamos en Galicia, disfrutado de un día sensacional: sol, brisa, temperatura benigna, playa, gastronomía, hospitalidad, orientación al cliente. ¿Qué más se puede pedir a unas vacaciones?

Monasterio de Oia, a 200 metros de donde estamos alojados
Sí, se puede correr, algo que espero retomar mañana, tras haberme corrido por última vez el viernes 19 de junio, y después de seis días de Camino. Justo donde esta-mos alojados, en una idílica casa rural en Oia, pasa el Camino de Santiago que va por la costa gallega, comple-tamente llano, ideal para rodar.

Estos días también me han dado la oportunidad de disfrutar de otro de mis placeres: la lectura. He devorado Hombres buenos (Arturo Pérez Reverte), hoy he terminado Como la sombra que se va (Antonio Muñoz Molina) y acabo de empezar Número cero (Umberto Eco). En la reserva de mi e-book guardo Música para feos (Lorenzo Silva). Ya os contaré mis impresiones. Os recomiendo los dos que ya he leído.

Nos quedan tres días más en Galicia. Los planes, bien sencillos: correr a primera hora, desayunar plácidamente, caminar visitando las Rías Baixas, ir a cualquiera de sus playas, leer, comer y beber... con moderación ¿eh? Con el tiempo que está haciendo, voy a necesitar el sombrero panamá que lucía en la foto de ayer. 

Y los que no estéis de vacaciones, recordad que mañana, a las 18:00, se celebra la Subida a San Marcial, son 3,6 kilómetros muy duros, para especialistas, que merece la pena corrar, al menos una vez. A las 19:30, tenéis dos opciones en el ABkrossa, sobre 3 y 6 kilómetros, más para todos los públicos. Y el domingo, las dos a las 11:00 horas, sobre casi la misma distancia, en torno a los siete kilometros, el Torreauzoko Herri Krosa en Oñati y el Cross Popular de San Fermín en Pasai Antxo.

Como dijo Plutarco: 'Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible.'