Con 30 grados de temperatura y un 68% de humedad, a las 21:31 hora local, ha arrancado la final de los 10.000 metros masculinos del Campeonato Mundial de Atletismo de Tokyo 2025.
En esas condiciones, los 25 finalistas se lo han tomado con calma, pasando por los 1.000 metros en 3:15 y por los 2.000 en 6:22. Seguro que hacen rodajes más vivos.
Así, lo que era un 10.000, se ha transformado en un 3.000, porque no de ha empezado a correr de verdad hasta el final.
El sueco Andreas Almgren, habitualmente cuarto en los campeonatos después de dar siempre la cara, ha sido tercero.
Grant Fisher (USA), que parecía tener la carrera ideal para ganar, se ha tenido que conformar con ser octavo, por delante del español Thierry Ndikumwenayo.
El campeón olímpico en Tokyo 2021 y tercero en el Mundial de Budapest 2023, Selemon Barega, ha sido sexto.
Ha sido una final atípica y miedosa, que ha aprovechado bien el atleta francés, un tipo que a mí me cae bien.
Para hacernos una idea, el récord mundial es 26:11.00 (Joshua Cheptegei) y la mejor marca mundial del año (26:43.82) la tiene Biniam Mehary, ausente de la final. Jimmy Gressier ha ganado con 28:55.77.
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