jueves, 20 de junio de 2013

Lana: trabajo y mucho más

Este post está dedicado a una buena amiga y una de las mejores profesionales que conozco. Como lo escribo 'a traición', la llamaremos Lana (trabajo), que es una máscara que le encaja a la perfección.
 
Lana es madrugadora (¡cuántas mañanas hemos coincidido antes de las 7:00!), equilibrada y responsable; capaz de gestionar y a la vez disfrutar de su familia, su trabajo, sus amigos y su salud. De esas personas que se fija metas ambiciosas y las consigue. Capaz de combinar el pensamiento analítico con el conceptual, de detectar oportunidades y anticiparse. Una gran líder que actúa con integridad, motivando a sus equipos con el ejemplo personal; con visión del cambio y preocupación por el orden y la calidad.

Para explicaros su trayectoria profesional y no quitarle la máscara, permitidme que os haga un paralelismo con el fútbol.

Lana destacó desde muy joven, siendo de las más brillantes de su promoción y debutando muy pronto en el primer equipo de la Real, del que llegó a ser pieza clave, tanto en lo físico, como en lo técnico y táctico, apoyada por una gran versatilidad y visión del juego... hasta que tropezó con un entrenador tipo Mourinho, que la sentó en el banquillo, como a Iker Casillas.

Ni corta ni perezosa, Lana se fue al Real Madrid, donde fue titular y llegó a la selección. Esto de la selección, para una mujer de la Gipuzkoa profunda tiene su aquel ¿eh?. En su mejor momento profesional, con los hijos ya mayores y pudiendo dedicarse con más intensidad al trabajo, el cambio en la cúpula directiva del Madrid la puso en el mercado con la carta de libertad.

El Athletic de Bilbao vio la oportunidad de repatriarla y rápidamente llegaron a un acuerdo. Pero el Athletic de la temporada 2011-2012 y el de la que acaba de terminar no tenían nada que ver. Sin proyecto, esclavo de sus tradiciones, sin evolucionar, Lana vio que no tenía sitio en el equipo. Sus ideas, sus movimientos y su visión de juego no encajaban en un equipo que mantenía a sus vacas sagradas; y cuyo único cambio consistía en hacer un nuevo estadio, más grande, eso sí, a sólo unos metros del anterior, poniéndole el adjetivo de barria. De manera que volvió a terminar en el banquillo, donde sigue, con una ficha por debajo de su capacidad y por encima de sus funciones actuales.

Estoy seguro de que en esas funciones seguirá trabajando desde la flexibilidad, las ganas de aprender (que sigue teniendo) el respeto y la buena educación, haciendo equipo, buscando retos y favoreciendo que a su alrededor se genere un buen clima de trabajo. 

Y como está en la mejor edad para una profesional, en algún momento, alguien, dentro o fuera, se dará cuanta de la joya que tienen escondida y la reclamará.

Mientras llega ese momento, un muxu muy grande y ten presente que, como decía Carlos Cortez: 'se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso'.

3 comentarios:

  1. Transcribo el comentario de un lector del Bilbao -recibido por correo electrónico- que no ha podido incorporarlo en este blog:

    "Es un ejercicio de sutileza, que agradezco, y que se acompaña de un símil futbolístico, que un entusiasta aficionado me ha confesado refleja exactamente la realidad. Pero el fútbol es un espectáculo y la vida, que trata de reflejar el símil, tiene muchos más matices.

    Las decisiones en el fútbol, al ser visibles, denotan la responsabilidad que les deben acompañar. En nuestro caso, las decisiones van a ser ciegas y la responsabilidad se va a medir con otros baremos ocultos en beneficio aparente de los victimarios y con ganancias reales de los grupos de interés.

    Sutil es la vida, aunque en algunas circunstancias, como la que nos ocupa, se visualice claramente el plumero. No existe en el actual momento organizativo una mejor definición del refrán que alude "al río revuelto".

    Pero sería perjudicial crear un icono, ya que la vida tiene una continuidad real y la realidad es tremendamente radical.

    No dejo de admirar la oportunidad de este comentario sobre Lana y espero que el tema no se agote y podamos seguir comentando (seré menos hermético) qué cosas pasan."

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  2. Pues visto desde fuera es lo que podríamos llamar "una carnicería", y no me refiero al lugar donde se venden productos cárnicos, sino a "destrozo y mortandad de gente causados por la guerra u otra gran catástrofe". Pero, ¿la guerra?, no, eso necesita de dos enemigos y en el caso comentado parece que no hay dos enemigos, sino alguien o algunos con ganas de revancha, falta de visión, tal vez envidia? Suerte y salud

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  3. ¡Hola! estimado anónimo. Cuando dices 'desde fuera' ¿dónde te situas? También desde ahí podemos empezar a andar, paso a paso y meta a meta, sin revanchas, ni envidias, compartiendo una visión.

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