lunes, 28 de marzo de 2016

Hendrik Johannes Cruijff

2-0 a Brasil en el Mundial de 1974
Para que no haya dudas, em-pezaré profesando mi admi-ración por Johan Cruyff, que es el futbolista que mejor ha interpretado el fútbol que a mí me gusta. Nacido 8 años antes que yo, siempre fue mi favorito, por encima de Ma-radona -apenas vi jugar a Di Stefano y sólo al final de su carrera a Pelé- hasta la aparición de Messi, un futbolista de otra dimensión.

Por encima de cualquier otro equipo, aquel fútbol total del Ajax y la selección holandesa de los primeros años 70 es mi referencia. Aquella Naranja Mecánica que tuvo la mala fortuna de encontrarse en la final con una rocosa Alemania, con un goleador en estado de gracia (Gerd Müller), que volteó un partido que había arrancado con 0-1, tras un penalty cometido sobre Cruyff en el minuto uno, transformado por Neeskens. En aquella final vimos la peor versión del Flaco, protestando al árbitro y sacando a relucir su mal carácter.

Nunca volvió a su mejor nivel, aquel con el que ganó 3 Copas de Europa consecutivas con el Ajax (1971, 1972 y 1973) y aquella maravillosa Liga española de 1974, con el Barcelona y el histórico 0-5 en el Bernabeu. Volvió a jugar en el Ajax, ya de vuelta de su aventura americana y un paso fugaz por el Levante, en Segunda División, para ganar las Ligas de 1982 y 1983, y con su enterno rival, el Feyenoord, con el que ganó, con 37 años, la Liga y Copa holandesa de 1984.

Guardiola con su maestro
La fortuna que le faltó en la selección holandesa la encontró como entrenador. Me explico. De su etapa en el Barcelona, todos recuerdan aquel Dream Team que ganó 4 Ligas consecutivas (1991, 1992, 1993 y 1994) y una Copa de Europa (1992) Sólo por matizar, las Ligas de 1992 y 1993 las perdió el Real Madrid en Tenerife, en la última jornada; y la de 1993 la perdió el Deportivo de La Coruña, también en la última jornada, con aquel penalty contra el Valencia fallado por Djukic o parado por el ex-realista González.  Y aquella final de Wembley la ganó -en la prórroga- ante la Sampdoria.

Y para dejarle en su sitio, no olvidemos el 4-0 que le endosó el Milan de Capello -ya sin Van Basten, Gullit y Rijkaard- en la final de la Copa de Europa de 1994.

En resumen -y es mi opinión- un futbolista que cambió la manera de entender el fútbol y un entrenador que, si bien revolucionó el juego, tuvo a cambio la suerte que le faltó como jugador. 

Apuesto a que hubiera cambiado cualquiera de sus títulos como entrenador -y hasta todos ellos- por el de campeón del mundo, que mereció en aquel maravilloso torneo de 1974 en Alemania.

Descanse en paz Johan Cruyff a quien siempre recordaré por partidos y goles como el que marcó a Brasil en la semifinal del Mundial de 1974, que podéis ver en este resumen.

2 comentarios:

  1. Johan Cruyff, mi ídolo, con el que nunca habría hecho ningún negocio a medias, pero mi ídolo. Genio, como pócos. El John Lennon del deporte-juego. En su honor: "Es un desisión..." I.K.

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  2. Johan, el hombre que TRANSFORMO el Barcelona; de un club acomplejado por el todopoderoso Madrid consiguió transformarlo en un club ambicioso y ganador.

    Para ello, mucho trabajo, mucho cambio, mucha apuesta, y, sobre todo, mucha personalidad y saber hacerse valer.

    Sin esa primer Champion no hubiesen llegado todas las posteriores.

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