viernes, 4 de octubre de 2019

¿Justicia divina o alegre chapuza?

El pasado miércoles, al cierre del programa, los cansinamente patrioteros comentaristas de Teledeporte, reclamaban 'justicia divina', ante la evidente injusticia padecida por Orlando Ortega, atropellado por Omar McLeod en la final de los 110 metros vallas.

Ya expresé mi opinión ese mismo día. La podéis leer aquí

Tras la decisión salomónica tomada por el Comité de Apelación de la IAAF, lo más acertado que he leído es la columna de Antxon Blanco en el DV de hoy, titulada Una alegre chapuza. Eso me parece a mí la decisión.

Me alegro por el atleta, que mereció mejor suerte y que -lo creo honestamente- en una carrera normal hubiera podido poner en apuros al americano, que llegó muy justo de fuerzas. En el peor de los casos e, insisto, en una carrera normal, creo que hubiera sido segundo... pero fue quinto, atropellado, pero quinto. La medalla supondrá que le den una beca en consonancia y que, a sus 28 años, pueda seguir viviendo del atletismo. Insisto, me alegro por él, pero...

Recuerdo un discurso de Bill Gates a una audiencia de jóvenes estudiantes, en la que cita 11 reglas. La primera dice así: 'La vida no es justa, acostúmbrate a ello'.

En la vida real, lo políticamente correcto y el 'buenrrollismo', como esta medalla, se suele quedar en las palabras.

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