lunes, 24 de septiembre de 2018

Humildad y respeto

'5. Juanmi y Theo se autoexpulsaron. No me explico qué cable se le puede cruzar a un jugador para dejar a su equipo en inferioridad a partir de una falta en el centro sin peligro y por un manotazo. No es cuestión de fútbol sino de falta de humildad y respeto.' Así termina su columna, titulada Las victoria malas no existen, el periodista del El Diario Vasco Álvaro Vicente.

Otro periodista más veterano, del mismo medio, Pedro Soroeta, a quien me resulta mortificante leer, por la paranoia que exhibe cada vez que se refiere a los árbitros, lo vio de otra manera y titula su columna: Árbitro, qué ganas tenias. ¿Qué culpa tiene el árbitro Iglesias Villanueva, que tuvo una actuación correcta, sin dar ni quitar a ninguno de los dos equipos, del comportamiento de esos dos jugadores, más que merecedor de la expulsión? Como bien dice Álvaro Vicente, se autoexpulsaron. 

Hace muchos años que dejé de ir a Atotxa. Y mi asistencia en Anoeta no llegará a la media docena de partidos. Creo que mis padres nos hicieron socios de la Real, a mi hermano y a mí allá por el año 1968 ó 1969, no recuerdo bien. La Real acabada de subir a Primera División y encadenaría 39 temporadas consecutivas, hasta su descenso en la temporada 2006-2007. En ese periodo, ganó dos Ligas, una Copa, una Supercopa, fue tres veces subcampeona de Liga y una de Copa. Una de las virtudes de aquellos equipos, durante muchos años, era que no hacían tonterías. Aquella defensa de los Gorriti-Martínez-Ormaechea no hacía prisioneros, pero pocas tarjetas les sacaron por protestar y no soy capaz de recordar ninguna por agresiones infantiles como la de Theo. En aquellos años 60, 70 y 80 del siglo pasado, la Real Sociedad solía ganar el premio a la deportividad, que se concede a aquel equipo que recibe menos tarjetas. Y precisamente por eso, los árbitros no les tenían ganas. Hablo con conocimiento de causa, porque fui árbitro de fútbol, en categorías más modestas, entre 1973 y 1986.

En algún momento, aquello cambió y comportamientos que entonces eran ajenos a los blanquiazules, empezaron a proliferar en la misma medida que se aguaba el carácter competitivo de aquellos jugadores que no daban un balón por perdido y que peleaban cada uno como si fuera el último. A mí se me quitaron las ganas de volver porque no me identificaba con esas nuevas maneras y nunca he sido lo suficientemente forofo para aceptar que todo vale.

Seguro que hay equipos mucho más duros que la Real Sociedad y jugadores mucho más marrulleros o 'cancheros', pero pocos creo que haya que se lleven tarjetas tan tontas y tan innecesarias como las que terminan recibiendo, un año tras otro, algunos jugadores de la Real, ajenos a la humildad y el respeto con que competían, Arconada, Celayeta, Kortabarria, Gajate Gorriz, Olaizola, Larrañaga, Diego, Alonso, Zamora, Idígoras, Satrústegui, López, Ufarte... y tantos otros que les precedieron y les siguieron. Si cualquiera de nosotros, en las empresas donde trabaja, tuviera comportamientos como los de Juanmi y Theo, tendría serios problemas con el departamento de Recursos Humanos. Me pregunto si estos dos ¿profesionales? los tendrán con quien desempeñe esa función en la Real Sociedad de Fútbol, Sociedad Anónima Deportiva.

En las antípodas de esas actitudes, que os dejo a vosotros calificar, aquí tenéis este detalle de Federer, en un reciente partido contra ZverevFederer aconseja a su rival que pida el ojo de halcón. Zverev lo hace y gana el punto. Para los grandes, como Federer, tan importante es el qué (ganar), como el cómo (la forma en la que se consigue).

Lo podéis ver en este link, que debo al Facebook de Mikel Albeniz

https://www.facebook.com/librodelacabeza/videos/2121809818089641/

2 comentarios:

  1. Sí señor. Es así. ¿Ahora todo vale? No.

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  2. Pues no eres el único que piensas así. Ayer remití a DV unas consideraciones sobre dicho artículo, mostrando extrañeza por el hecho de que en toda la hoja del artículo no hiciera el Sr.SOROETA ni la menor crítica a la actitud de los jugadores y se permitiera arremeter contra el árbitro, olvidando también la falta de respeto hacia sus propios compañeros (¿o no tuvieron que trabajar bastante más desde sus autoexpulsiones?). Finalicé pidiendo un poco de objetividad, ausente en todo el artículo. Pues a la espera estoy, pero todo apunta a que no habrá publicación.
    ANTXON

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