El pasado 30 de junio se corrió en Durango un buen 5.000, con diez clasificados y buenas marcas personales. Jóvenes y veteranos siguen empañados en mejorar.
Ganó al alavés Koldo Ayesta, un atleta de 31 años, que viene del asfalto y que, a falta de carreras populares, ha descubierto la pista.
Caso parecido es el del joven arrasatearra Unai Ibarra, segundo, con marca personal, en su sexto 5.000 del año. Se estrenó el 13 de febrero en Vitoria (16:02.17). El 13 de marzo, en Durango, corrió en 15:38.81. El 5 de mayo, otra vez en Durango, hizo 15:47.80. El 23 de mayo, en Anoeta, mejoró: 15:34.42. El 5 de junio, vuelta a Durango (15:49.80).
Tercero fue Gontzal Bilbao, un atleta que compite en todo lo que se le pone por delante, incluidos triatlones.
Cuarto llegó Javier Menta, otro atleta que viene del asfalto y que también se ha prodigado en la distancia. Tras hacer 15:57.52 el pasado 25 de octubre, el 13 de marzo corrió en 16:10.41. El 23 de mayo, en Anoeta, rebajó su marca a 15:36.95. El 5 de junio, en Durango se fue a 15:49.67. El 19 de junio, en Ordizia, en una tarde con mucho viento y calor optó por el abandono. Y el 30 de junio, en Durango, fue cuarto con 15.36.36, marca personal.
Aitor Mimenza y Oier Ariznabarreta volvieron a ejercer de liebres de Javier Fontaneda, que con 15:37.21 hizo la que, de acuerdo con los datos de que dispongo, es la mejor marca mundial de todos los tiempos de un atleta de 57 años.
Cerró la clasificación el veterano Josu Apraiz, que corrió solo y supo gestionar muy bien la carrera hasta el punto de hacer marca personal a sus 43 años. Le vemos en la foto con el ganador, Koldo Ayesta.
Esta fue la clasificación:
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