Caprichoso maratón

Hoy recibimos en este blog, una vez más, a Ima González Gete, retirado en el km. 33 de un maratón que había preparado con mimo. Allá van sus vivencias: personales, positivas, visuales y emocionales, como las buenas comunicaciones.

Yo era de los que miraba con optimismo a ese día traidor o más bien caprichoso que fue el 30-N. Recuerdo las palabras de Javier Miguel (2h35´en 2013) en la salida: 'Hoy va a ser un día jodido'.

Ion (de blanco) e Ima (de verde) al paso del medio maratón
Foto de Luis Peralta

Pero bien acompañado por el infalible Ion Arzubialde, me eché la manta a la cabeza y con el pitido de salida nos marcamos un ritmo cons-tante, teniendo siempre a una distancia prudencial al grupo de 3':40"/km.

Yo marchaba fenomenal, optimista, como un avión, vamos esas sensaciones que te embargan de una con-fianza, que únicamente te lleva al Abismo de Mordor. Todo ello aderezado por la inestimable ayuda de un gel que de manera brillante se me ocurrió tomarme al paso por la media maratón, cuando nunca lo había probado entrenando (sí, lo sé, soy un gañán), hizo que entre los kilómetros 27 y 29 me fuera por la pata abajo sin remedio. Sucio y escocido, tiré hasta el 33 donde un buen colega como Iñaki Añorga trataba de consolarme a sabiendas que era imposible hacerlo. 

Mientras tanto, poco, pero vi algo de la carrera; petardadas muchas, pero como con los hijos, yo solo tenía ojos para la mía¡¡¡¡ jajajaja!!!! (ahora me rio, sí). Vaya que, como a falta de calidad de serie, a mí me han dotado de una buena dosis de fuerza de voluntad y optimismo, le di la vuelta enseguida.

Eduardo Gallego fue el mejor giuzkoano

En casa, mientras intentaba domar a mi hija (bastante más jodido que el maratón), repasaba las clasificaciones y me alegraba por gente a la que admiro, como Eduardo Gallego, Mikel Albeniz, Txuri, la buena media maratón de Juanlu Gómez o el que creo fue el primer maratón de un colega desde hace tiempo como es Patxi Urizar, Iñigo Tumas, Joseba Jauregi, sin olvidarme de un buen tío como es Álvaro Calderón, que me da que igualaba marca.

Una pena no poder haber llevado a buen puerto mi aventura junto a Ion Arzubialde, ya que nos arreglamos a las mil maravillas en carrera.

Una vez más, el día del maratón volví a decirme aquello de: 'en la vida vuelvo'.

Pero como decía 007: 'Never say never again'.

Eskerrik asko! Ima y hasta cuando quieras.