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| El pedrusco pesa lo suyo |
Mikel Albeniz fue el ganador de la XV edición del Urgull Gaztelutxo Krossa, celebrada el sábado por la mañana por las faldas del monte que le da nombre a lo largo de 4,2 kms. Es una prueba dura en la que alguien como Mikel, ligero y avezado en las carreras de montaña, se mueve como pez en el agua. Su tiempo: 14:55
Segundo fue el irundarra Javier Pérez Moreno (15:16), otro atleta ligero, y tercero el durangués David García (15:29), otro especialista, por quien hubiera apostado y que repitió a la tarde en Urnieta, donde tampoco anduvo tan adelante como acostumbra.
Cuarto fue Jon Arzubialde (16:25). Estaría por decir que ha corrido las quince ediciones celebradas. Y casi lo mismo me atrevería a afirmar de Jon Marquet, octavo en 17:05, y de Kepa Usabiaga, 12º en 17:58, que entraba justo por delante de Ivan García Caballero (18:03) que a lo mucho habría corrido la del año pasado. A continuación, desde su exilio bizkaino, llegaba otro clásico, Igor Barcia (18:08).
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| Imagen del Polar de Jesús Eguimendía |
Lurdes Oiartzabal (18:52) era la primera de las chicas, por delante de las hermanas Marion y Tania Arriaran, residentes en Hendaia, e hijas de Marcos, que entraba con ellas en 22:04. Tambien se clasificaron Mª Eugenia Hernaiz (23:41) y la jovencísma Olatz Marquet (24:23). Cinco mujeres de 55 atletas clasificados.
Hasta allí subieron también Santi Goñi (22:47), Jesús Eguimendía (25:48) a quien casi se le rompe el Polar, y ¡cómo no! Juan Mari Aldanondo, onmipresente, sea en Lyon, en Beasain o en Donostia. ¡Qué tío!
Este año no pude ver la carrera, que es muy agradecida para el espectador. No sé si los atletas opinan lo mismo, aunque, visto cómo repiten cada año, algo debe tener.
Quisiera dar las gracias desde aquí a Lurdes Oiartzabal, en la primera bajada desde Urgull marchaba delante suyo hasta que en una de las "horquillas" me resbalé y me caí.
ResponderEliminarAmablemente se detuvo, pese a que iba la primera, para interesarse por mi estado. Le di las gracias, le dije que estaba perfectamente y que se marchara tranquila. Una vez en meta se acercó de nuevo a interesarse por mi estado.
No tuvo grandes consecuencias, un pequeño rasguño en el costado y un poco de dolor en la costillas. Duele más el medio minuto que perdí.
Lo dicho, una campeona.
Aio!