miércoles, 8 de agosto de 2018

Berlin 2018

En anteriores ediciones de grandes campeonatos de atletismo, como el Europeo de Berlin, que se celebra esta semana, este blog ha ¿informado? de los resultados, junto con alguna foto y algún comentario del historial de los atletas. Así, ha habido días con media docena de posts que apenas han tenido eco y que, sorprendentemente, han llegado a generar algún tipo de celo o comentarios de intrusismo profesional. Menos mal que no cobro por hacerlo.

En este Campeonato de Europa voy a tratar de compartir con vosotros mis impresiones de lo visto por televisión. Os adelanto que he elegido Eurosport, frente e Teledeporte, porque temo que en cualquier momento aparezca Camacho.

A mí me encanta ver atletismo, que es algo más que correr. Me gusta que ganen ‘los nuestros’, pero me gusta mucho más que ganen los mejores. Como me habréis leído muchas veces, el atletismo está sometido al veredicto de dos jueces implacables: el cronómetro y la cinta métrica. Gana el que corre más rápido, el que lanza más lejos y el que salta más alto o más largo. No hay más.

Por eso, en el rato que estuve viendo, disfruté de los concursos de lanzamiento de martillo y disco, dominados por los polacos, que ya llevan cuatro medallas: dos de oro y dos de plata. Seguro que allí, con o sin medallas, la prensa deportiva se ocupa mucho más y mejor que la española de este deporte.

En el lanzamiento de martillo, Wojciech Nowicki, un coloso de 29 años, 196 cm de altura y 112 kilos de peso, siempre a la sombra de su compatriota Pawel Fajdek, hizo un concurso sensacional, con un mejor lanzamiento de 80.12, en su tercer intento, tras empezar con 77.19 y 80.00. El cuarto fue de 79.00, el quinto nulo y acabó con 78.81. Hubiera ganado con cuatro de sus seis intentos.  Pawel Fajdek, triple campeón mundial, lanzó 78.69 en su primer intento, poniéndose en cabeza, pero no mejoró esa marca, perdiendo el título de Amsterdam 2016 y teniéndose que conformar con la medalla de plata.

Extraordinaria fue también la final de lanzamiento de peso. El alemán David Storl: 28 años, 199 cm y 122 kilos, dos veces campeón mundial y tres veces campeón de Europa, se vio superado por los polacos Michal Haratyk: 26 años, 194 cm y  136 kilos, y Konrad Bukowiecki: 21 años, 191 cm y 129 kilos. Le separaron 31 cm. De los 21.72 del campeón a los 21.41 del tercero. Como en el martillo el vigente campeón, David Storl, se puso en cabeza en su primer intento, que ya no mejoró, para ser superado en el segundo por Michal Haratyk, que hizo una serie fantástica: 20.94, 21.72, nulo, 21.50 y 21.66.

Da gusto ver la técnica, la elasticidad, la coordinación y, naturalmente, la fuerza de estos colosos, originarios de países donde el atletismo, todavía, conserva el nivel que le corresponde.

De las finales de 100 metros, me quedo con la de las chicas, con tres atletas por debajo de los once segundos: las jóvenes Dina Asher-Smith (10.85 = 1233 puntos IAAF) y Gina Lückenkemper (10.98, record de Europa sub 23) y la laureada Dafne Shipppers (10.99).

En los 100 metros masculinos, dominaron dos jóvenes británicos: Zharmel Hughes (9.95, record de los campeonatos = 1224 puntos IAAF) y Reece Prescod (9.96), que no desaprovecharon la lesión en el calentamiento del francés Jimmy Vicaut, que había corrido las semifinales en 9.97.

Ausentes los africanos, la final de 10.000 metros, muy penalizada por el calor, fue dominada por atletas de origen africano, con marcas discretas. Cuando esperábamos que Adel Mechaal, un mediofondista que corría el segundo 10.000 de su vida, tras hacer 27:50.56 en Londres el 19 de mayo, rematara en la última vuelta, asistimos a su hundimiento que le dejó con la ingrata medalla de hojalata, tras acabar en 28:13.78, a 2”.56 del ganador. ¿Decepción? Para los ‘medalleros’, tal vez. Teniendo en cuenta que era el quinto del ranking europeo del año, terminar cuarto es un resultado aceptable.

En las semifinales de 400 metros vallas, asistimos a las exhibiciones de los dos favoritos: Karsten Warholm (Noruega) y Yasmani Copello (un cubano nacionalizado turco), que ganaron sin despeinarse y a la gran carrera del navarro Sergio Fernández, que con 49.19, siendo cuarto en su serie, se metió por tiempos en la final. Era 11º en el ranking de Europa del año, por lo que su actuación fue notable.

Por último, en la calificación de pértiga, Mailen Axpe -a quien vemos en la fotaza de Félix Sánchez Arrazola-  no pudo saltar 4.45, que es su marca personal. Se quedó en 4.35, que pasó al tercer intento. No fue suficiente. En cualquier competición, son muy pocos los que ganan y muchos los que compiten, unos mejor que otros. Yo creo que Maialen lo hizo bien. La también española Mónica Clemente se quedó en 4.20.

Aquí lo dejo por hoy. Mañana más.

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