martes, 25 de noviembre de 2025

46º Maratón de San Sebastián. Algunos datos

El 46º Maratón de San Sebastián, celebrado la estupenda mañana del pasado domingo 23 de noviembre, marcó un hito en la larga historia de este Maratón, el segundo más antiguo de los que se celebran en la península ibérica.


El primer dato de impacto es el de la participación. En el cuadro que sigue, podemos ver la evolución desde 2014, hablando siempre de corredores clasificados, no inscritos. No necesita explicación ¿verdad?




El Medio Maratón, que se incorporó a la carrera para financiarla, desapareció del programa. A mi modo de ver, un acierto de la organización. Distorsionaba el desarrollo de la carrera principal y su desaparición es una buena noticia. 

La carrera de 10 K, sin embargo, con salida 45 minutos antes del Maratón, no interfiere para nada con éste. Es verdad que la hora de salida (8:15) puede resultar incómoda para los que vienen de fuera de Donostia, pero hay que dejar un margen para el desarrollo del Maratón.

El salto de los 1.426 de 2023 a los 3.214 clasificados del domingo pasado demuestra que hay muchos corredores y atletas interesados en la carrera. Creo que se podría mejorar el circuito y creo que habría que hacer una apuesta fuerte por estos 10 K, que pueden ser una referencia en el calendario, al nivel de los 10 K de Laredo, Valencia o la Cursa Bombers de Barcelona.

A falta de grandes estrellas, fue una carrera de muy buen nivel. Seguro que la coincidencia con el Cross de Atapuerca -del que hablaremos en próximas entregas- y esa peculiar carrera cuesta abajo que es el Zara Athleticz Speed Run de Madrid, en nada favoreció a esa carrera de 10 K que, a pesar de todo, fue un éxito. 

Si hemos pasado de 1.426 a 3.214 ¿por qué no vamos a llegar a los 5.000? 

En cuanto a la prueba que da nombre a la carrera, el Maratón, conseguir siete mil inscripciones y 5.100 corredores clasificados es un hito y un éxito total.

Yo no eché en falta, para nada, a los atletas africanos. Los que la organización puede contratar son atletas de segunda o tercera fila. Salen por delante, acaban en 2:10 ó 2:15, y dejan un desierto por detrás.

Sí eché en falta a muchos maratonianos vascos y navarros -a los que veremos en Valencia el 7 de diciembre- que podrían haber hecho una buena carrera en casa y podrían haberse llevado la victoria.

Vimos una bonita carrera en cabeza, con alternativas. A falta de esos atletas capaces de correr a ritmos de 3:00-3:05/km, a los que hay que pagar para que vengan, tuvimos a atletas a ritmos de 3:20-3:25 que pelearon por la victoria. Estoy seguro de que el año que viene subirá el nivel, sin necesidad de contratar a  ningún atleta.

Basta que nos fijemos en el siguiente cuadro:







Cierto que hasta 2h:30' sigue habiendo poca densidad de atletas y que ese segmento de 2h:15'-2h:20'-2h:25'-2h:30' puede encontrar más alicientes en Valencia, si pensamos en la marca. 

Sin embargo, la inmensa mayoría de esos atletas no son profesionales. Son maratonianos de alto nivel que se ganan la vida fuera del atletismo. A esos debemos atraer porque cuantos más vengan, más rápida será la carrera, se conseguirán mejores marcas, habrá más densidad y podríamos ver carreras muy disputadas. 

Termino con algo que he leído en la prensa esta mañana, en palabras de Iñigo Olaizola, director del Zurich Maratón de San Sebastián:

Hubo más público que nunca en el circuito... Estamos capacitados para crecer, pero tenemos que estudiar bien el circuito y ver cómo podemos ampliar determinadas zonas que quedan muy estrechas. Si el Ayuntamiento quiere apostar de verdad por este Maratón -y creo que tendría sentido porque está alineado en estrategias como la desestacionalización, perfil del visitante o los valores que promueve- seguro que en pocos años podemos acercarnos a los 15.000 participantes. 

Es obvio que habla en términos cuantitativos, de crecimiento de la/s carreras/s (Maratón y 10 K), imprescindibles para sostener una organización de primer nivel, que sea apreciada por sus clientes, que son los atletas o corredores populares que buscan algo más que una simple carrera, que buscan una experiencia en una ciudad muy atractiva para los visitantes, sean de Urrestilla o de New York. Y es evidente que de la cantidad vendrá la calidad.

Pediría a los organizadores, que han hecho un gran trabajo, que se pongan a la terea desde ya para mejorar el circuito y para buscar soluciones al antiestético y me atrevería a decir antideportivo espectáculo de los corredores doblados. Hablaba en el párrafo anterior de buscar y pagar por una experiencia. Esa escena de los doblados en poco ayuda y, más bien, afea la carrera. 

En el centro de la foto que ilustra este post, publicada hoy en El Diario Vasco, vemos al alcalde de Donostia, Jon Insausti, que corrió el Maratón, acabando en 3:45:59. ¡Ojalá! tengamos en él a un aliado.


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