lunes, 14 de marzo de 2022

Carrera de Primavera. Pasado, presente y futuro

El 23 de marzo de 2003 se estrenó la Carrera de Primavera, organizada por los Donostiarrak.  La distancia fue de 12.250 metros y los ganadores fueron David Alonso (39:38) y Amaia Arana (43:48), que fue 14ª en la clasificación absoluta. Nos clasificamos 410 corredores y en mi ficha de la carrera escribí: 'Una carrera que nace con todas las circunstancias a favor: organización, entusiasmo, fecha, recorrido... para convertirse en una clásica.'

Al año siguiente, 2004, la distancia se consolidó en los 10 K y ganaron Kamel Ziani (32:04) e Iratxe Aranburu (35:32), que es quien tiene el record femenino... aunque entonces no estaba homologada. 

La prueba fue creciendo y pegó un salto en 2006, cuando se clasificaron 788 corredores. Al año siguiente fueron 978 y supero los mil en 2010 (1.052).

En 2017 llegó a 1.536 clasificados, que es la cifra más alta conseguida en estos 20 años y 18 ediciones.

En el cuadro que sigue, cuya fuente es la magnífica web del club, recogemos los clasificados y los ganadores de esas 18 ediciones:













Repasando esta lista de ganadores, están casi todos los mejores fondistas gipuzkoanos de estas dos décadas. Casi. Hay ausencias significativas y, si repasamos esas clasificaciones, junto a un gran número de atletas que corren por debajo de 40:00 o de 35:00, hay pocos que lo hacen por debajo de 32:00. Eso en el caso de los hombres. En el caso de las mujeres, sucede lo mismo.

Con esta carrera, que todos ponderamos por su buena organización y por el excelente trato a los corredores, está pasando lo mismo que pasa con el Maratón de San Sebastián. Los atletas que quieren hacer una buena marca, para lo que ayuda -y mucho- correr acompañado, se van a maratones con más densidad de atletas rápidos, como el de Valencia, que casi coincide en las fechas. 

Los atletas gipuzkoanos, vascos, navarros y riojanos, que tendrían en la Carrera de Primavera unas condiciones ideales para hacer una gran marca, se van a Laredo, donde la densidad de atletas sub 35', sub 34', sub 33', sub 32', sub 31' y hasta sub 30' es tal, que se sentirán en carrera en todo momento.

Entiendo las razones por las que el circuito de ayer no se pudo homologar, a la vez que creo que es algo que no se debe repetir. Una carrera de este nivel debe contar con un circuito homologado.

Sin ser Laredo, ayer, en Etxebarri, se corrió una 10 K, homologada, con 285 clasificados. Creo que algunos de ellos, de estar homologado, hubieran preferido correr aquí, en un circuito mucho más favorable. 

Y no olvidemos que, en Beasain, también ayer, hubo 89 clasificados en la carrera individual y 35 parejas en la mixta.

El próximo sábado, en Laredo, estarán muchos de los fondistas gipuzkoanos, vascos y navarros que a mí me hubiera gustado ver ayer en la Carrera de Primavera

Recuerdo a un consultor que, en mi etapa profesional, nos decía que quien se queda en el mismo sitio, sin avanzar, retrocede, porque las personas, las empresas, las sociedades, los procesos, la tecnología, etc. avanzan.

Siendo cierto que los organizadores del Donostiarrak contaban con más de 1.500 corredores inscritos, no es menos cierto que un porcentaje significativo de ellos venían, como yo, de quienes nos inscribimos en 2020, no pudimos correr entonces por razones sobradamente conocidas y comentadas aquí, mantuvimos esa inscripción y por distintos motivos, sobre los que no me quiero extender, no teníamos ni el cuerpo ni la mente para ponernos un dorsal. A mi modo de ver, acabar con 1.016 clasificados, debe invitar a una reflexión.

La Carrera de Primavera, que tiene un pasado de excelencia, vive un presente de incertidumbre y debe encarar su futuro con un proyecto renovado.

Como dijera Eleanor Roosevelt: 'El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños'. 

Después de esta reflexión, que quería compartir con vosotros, en próximas entregas seguiremos hablando de la magnífica carrera de ayer. 


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