Digo un gran resultado deportivo porque se batió el record de la prueba, dejándolo en 2:05:53, que hizo el ganador, el etíope Nihuniligne Adane. En una llegada muy apretada, segundo y tercero fueron sus compatriotas Gebru Redahgne (2:05:58) y Kebede Wami (2:06:03).
Nada menos que 12 atletas bajaron de 2:10 y dos más de 2:15.
Por comparar con dos grandes maratones europeos, observemos el siguiente cuadro:
La referencia anterior de Barcelona, de 2020, era de 7.596 clasificados. Y en 2019, último año normal, con la carrera en marzo, fueron 13.445. Tremendo bajón.
Entre esos 5.406 clasificados, hubo 930 mujeres lideradas por la etíope Meserat G. Dekebo, con 2:23:11. Seis atletas más bajaron de 2:30 y sólo 17 corrieron por debajo de tres horas.
El primer español, Juan Gimeno, fue 22º en 2:26:20.
Andoni Gómez Gutiérrez, de Bergara, fue 30º en 2:31:36, tras pasar el medio maratón en 1:13:22. Mejora los 2:33:08 que tenía del año pasado en Donostia.
Si he contado bien, sólo 277 atletas bajaron de tres horas.
Por allí estuvieron algunos atletas locales, como Romain Purro (en la foto), que se acerca a su objetivo de correr 100 maratones. Ya lleva 92. Y eligió bien el número, por aquello de Barcelona 92. Fue 706º con 3:18:02.
Nerea Hermo, después de correr el mes pasado en Boston su sexto Major, terminó en Barcelona su 20º maratón, en 3:54:44, acompañada por Cristóbal Bernabé y Juantxo Landaberea, a quienes vemos en la primera foto.
También se corrió un 10 K, con 1.815 clasificados y con el esquiador olímpico tolosarra Imanol Rojo, cuarto (31:29).
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