viernes, 10 de agosto de 2018

Berlin 2018. Si Mirón viviera...

Si Mirón viviera hoy, apuesto a que, en vez de su archiconocido discóbolo, hubiera esculpido un lanzador de jabalina, por ejemplo el alemán Thomas Röhler, que mide 195 cm y pesa 86, con un cuerpo tan definido que podría servir como modelo en un tratado de anatomía. El campeón olímpico, que en septiembre cumplirá 27 años, ganó el concurso con un mejor lanzamiento de 89.47 en su tercer intento, tras un nulo en el primero y liderar la prueba desde el segundo con 88.02. En el cuarto se fue a 87.58, pasó en el quinto y en el sexto se despidió con 87.90. Con tres de sus cuatro lanzamientos hubiera ganado la medalla de oro. Su compatriota Andreas Hofmann, de la misma estatura, la misma quinta (1991) y mucho más musculado (108 kilos) fue segundo con 87.60.

Siguiendo con cuerpos esculturales, la griega Nikoléta Kiriakopoúlou bien podría pasar por una practicante de crossfit. Esta atleta, ya veterana (1986) y no demasiado alta para la especialidad (167 cm) fue segunda en el salto con pértiga, superando el listón a 4.80 metros. Ganó –cómo no- su compatriota Ekateríni Stefanídi, que ya tenía la triple corona europea (2016), olímpica (2016) y mundial (2017), saltando 4.85, que es record de los campeonatos. Tal es su seguridad que comenzó el concurso en 4.65, cuando solo le quedaban cinco rivales. Pasó del 4.70 y superó a la primera 4.75 y 4.80. Ya con el oro en el cuello, superó 4.85 a la tercera y no pudo con 4.96, que hubiera mejorado su marca personal (4.91).

En su tercera carrera en tres días, Karsten Warholm ganó su primera medalla de oro europea en categoría absoluta, en su prueba, los 400 metros vallas, haciendo marca personal (47.64) y record de Europa sub 23. Este atleta, al que descubrí el año pasado, cuando ganó el Mundial de la IAAF en Londres, en uno de mis favoritos, por la frescura que transmite y el descaro con el que compite. Esta noche correrá la final de 400 metros y me encantaría que la pudiera ganar. El navarro Sergio Fernández volvió a competir magníficamente y fue séptimo, bajando de 49 segundos (48.98).

Ya decía ayer que veía muy difícil que Bruno Hortelano, el paradigma de atleta mediático, pudiera repetir la medalla de oro de Amsterdam 2016. Incluso una medalla de otro metal la veía complicada. El campeón olímpico, Ramil Guliyev, corrió otra carrera, ganando con 19.76, record de los campeonatos y marca personal. Y en los últimos metros, Hortelano se vio superado por el británico Mitchell-Blake, que tiene 19.95, y el suizo Alex Wilson, al que vi muy fuerte en la semifinal y que hizo marca personal (20.04). La aplastante lógica del cronómetro se impuso a los cuentos de hadas con los que nos habían hecho soñar los medios. Bruno Hortelano compitió bien porque se quedó a una centésima de su marca (20.04). Tal vez fue demasiado ambicioso, por tratar de seguir la estela de Guliyev y lo pago al final. ¡Quién sabe! Lo que bien sabe este atleta es cuidar su marca personal y su relato. Criado en los Estados Unidos, tierra del stotytelling, sigue vendiendo magníficamente la suya. Es, sin duda, un gran atleta y sobre todo, un genio del marketing.

Menos marketing pero muchos huevos le echó Fernando Carro, que compitió magníficamente en los 3.000 obstáculos. La medalla de oro estaba adjudicada desde la salida al francés Mekhissi y la de plata tenía que ser para él, que partía con la segunda mejor marca del ranking europeo del año. Cumplió con creces. En las antípodas de la imagen políticamente correcta de Hortelano, tiene un punto canalla, que confieso que me pone más que el discurso de aquel. Yo, me subo al carro.

En la última final del día, los 100 metros vallas femeninos, la jovencísima bielorrusa Elvira Herman (12.67) se impuso a las alemanas Pamela Dutkiewicz (12.72) y Cindy Rodeler (12.77).

Los y las alemanas, a quienes se resiste el oro, suman ya siete medallas (2+4+1), por detrás de Polonia (3+2+0) y por delante de Gran Bretana (2+2+1), Grecia (2+1+0) y Francia (2+0+0). En el medallero, por delante de España (0+1+1), aparecen Turkía, Ukrania, Israel, Lituania, Noruega, y Portugal. Que cada uno saque sus conclusiones.

Vi por la mañana las series de 800 metros, en las que los tres atletas españoles se metieron en semifinales. También aquí nos quieren vender la moto, pero las medallas van a estar muy muy caras. Ahí están el campeón mundial Bosse, los polacos Kszczot y Borkowski, el bosnio Tuka, tres británicos… Y unas semifinales, esta tarde a las 19:32, que serán a cara de perro. Mucho tendrán que correr Saúl Ordónez, Álvaro de Arriba y Daniel Andújar para meterse en la final. De las medallas, hablamos después.

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