
Las novelas son muy recomendables y me han introducido en el segmento de lectores de literatura fantástica, género que había evitado hasta ahora. Veremos lo que pasa en el futuro. Georges R. R. Martin ha anunciado dos nuevas entregas: Vientos de invierno y Sueños de primavera, de cuya publicación estaré muy atento.
En cuanto a la serie, me ha gustado mucho, evidentemente, si no, alguien como yo que apenas ve la tele, no la hubiera seguido hasta el final. Tiene algunos capítulos sublimes, desenlaces inesperadas, sorpresas mayúsculas, una ambientación exquisita, personajes potentísimos y muy buenas interpretaciones en general. En el lado negativo de la balanza, a mi modo de ver, están la forma en la que se recrea en la violencia, que no alcanza el mismo tono en las novelas, y las escenas de sexo, que también exceden los planteamientos del autor.
Sobre su controvertido desenlace, que no desvelaré, aunque ya sea de casi todos conocido, mi opinión es que resulta precipitado. Se podía haber llegado ahí, si bien, a mi modo de ver, insisto, hubiera sido necesario estirar un poco más la trama, añadiendo algún o algunos capítulos, para que no pareciera tan forzado y tan poco alineado con el discurrir general de la serie. A mí, planteado así, me resulta poco creíble.

Y nos alerta contra ese modelo de líderes visionarios y justicieros, que son muy cinematográficos, pero de los que, siempre a mi modo de ver, debemos huir como de la peste.
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