martes, 10 de septiembre de 2013

Nadal: el competidor definitivo

Con su victoria de ayer, Rafa Nadal, a sus 27 años, suma 13 títulos de Grand Slam (8 Roland Garros, 2 Wimbledon, 2 Open Usa, 1 Australia), a uno solo de Pete Sampras y a cuatro de Roger Federer. Adelanta a leyendas del tenis como Roy Emerson (12), Rod Laver (11), Bjorn Borg (11), Jimmy Connors (8), Ivan Lendl (8) o John McEnroe (7). Novak Djokovic, de momento, se queda con 6.

Es el único tenista en la historia que ha ganado un torneo del Grand Slam 9 años consecutivos (Federer 8) y en todas las superficies. En sus enfrentamientos directos con Federer gana 19-9;  con Djokovic 22-15, después de una racha de 7 derrotas seguidas, que arranca en 2011 (el gran año de Djokovic), entre ellas las finales de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma, Wimbledon, Open USA y Australia (ya en 2012). Cuenta Nadal que en la final del Open USA de 2011, al ganar el cuarto set, se convenció de que Djokovic no era imbatible, de que habría una forma de ganarle. A punto estuvo de conseguirlo en la final de Australia, en un partido épico que duró seis horas y media. A partir de ahí, hasta su lesión, Nadal recuperó la senda de la victoria ante el serbio ganándole en Montecarlo y Roland Garros. En 2013, perdió la final de Montecarlo, pero le ha ganado en Montreal y, ayer, en el Open USA.

No vi el partido. No lo daban en abierto. Curioso que todos los 'bolos' de La Roja (como el de hoy contra Chile) sean de 'interés general' y no lo sea la final del Open USA en la que juega quien, ahora mismo, en mi opinión, es la mejor cara de la 'marca España'.

Rafael -como le llama su tío y entrenador- ganó el primer set, pero en el comienzo del segundo fue arrollado por 'Nole', quien, en el tercero, tuvo doble bola de break para ponerse 3-0 y soñar con el 4-0 con su saque. Pero cuando peor lo tenía, a base de resistir, de aguantar, de seguir peleando y buscando soluciones, cuando el rival le estaba destrozando, surgió, una vez más, el gladiador, el hombre que nunca se da por vencido, al que hay que ganarle cada punto; y Novak Djokovic se vio 4-3 abajo. Todavía se puso 4-4 y tuvo un 0-40. Rafa volvió a remontar. 

Tenísticamente -¿alguien lo duda?- Djokovic es mejor, pero no se puede ser eternamente sublime y no hay nadie como Nadal para aprovechar esos momentos en los que la inspiración abandona a sus rivales. Los datos son demoledores: 20 errores no forzados de Nadal... por 53 de Djokovic.

Decía Nadal al final del partido: 'La raqueta es lo importante, pero hay momentos que van más allá de eso, en los que hay que seguir manteniendo ese límite de jugar al límite, ser capaz de que no se me vaya con el segundo break, para que el set no esté acabado. He aguantado'... 'Con mi oportunidad [su bola de set a favor en la tercera manga] he jugado con la determinación que se necesita para ganar a un rival como es Novak'... 'Los partidos se ganan en los momentos complicados'. Y lo decía con sincera humildad.

La víspera de la final dio una lección de integridad al rechazar el jet privado que le ofrecían para volver a España a jugar la eliminatoria de la Copa Davis: 'Tal como está el país, no creo que sea el momento de hacerle pagar un viaje al Estado'. Ayer, una vez más, volvió a darnos a todos una lección de esfuerzo al límite, de resiliencia, de lucha, de pasión, de creatividad... y de humildad.

Sin duda hay tenistas y deportistas más elegantes, mejor dotados técnica o físicamente, más mediáticos y con más seguidores; pero no se me ocurre ninguno que reúna más virtudes que Rafael Nadal, modelo de comportamiento -y de resultados- dentro y fuera de la cancha.

Decía Djokovic antes de la final: 'Jugar contra Nadal es el mayor reto al que te puedes enfrentar. Es el competidor definitivo… '.

No hay comentarios:

Publicar un comentario