lunes, 23 de septiembre de 2013

Protagonista: el Papa. 3ª parte

En la teología de la Iglesia católica, la infalibilidad pontificia constituye un dogma, según el cual el Papa está preservado de cometer un error cuando él promulga, a la Iglesia, una enseñanza dogmática en temas de fe y moral bajo el rango de 'solemne definición pontificia' o declaración es cathedra. Como toda verdad de fe, ninguna discusión se permite dentro de la Iglesia católica y se debe acatar y obedecer incondicionalmente. Esta doctrina es una definición dogmática establecida en el Concilio Vaticano I de 1870.
Leyendo la entrevista, me he preguntado hasta dónde se siente infalible el Papa Francisco cuando, con humildad, nos hable de certeras y errores: 'Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incerti-dumbre, algo no va bien... Si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él... Los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, siempre han dado espacio a la duda. Tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras certezas, hemos de ser humildes... Un cristiano restauracionista, lega-lista, que lo quiere claro y seguro, no va a encontrar nada... Por mi parte, tengo una certeza dogmática: Dios está en la vida de toda persona... Aunque la vida de una persona sea terreno lleno de espinas y hierbajos, siempre alberga un espacio en el que puede crecer la buena semilla. Es necesario fiarse de Dios'.
A la pregunta de si debemos ser optimistas, el Papa apela a la esperanza: 'No me gusta la palabra 'optimismo' porque expresa una actitud psicológica. Me gusta más usar la palabra 'esperanza'... La esperanza cristiana no es un fantasma y no engaña. Es una virtud teologal y, en definitiva, un regalo de Dios que no se puede recudir a un optimismo meramente humano. Dios no defrauda la esperanza ni puede traicionarse a sí mismo. Dios es todo promesa'.
Sigue la entrevista hablando del arte y la creatividad, de sus lecturas favoritas, de las películas que más le han gustado o de la música con la que más disfruta. Cuenta también su relación con Jorge Luis Borges cuando, a los 28 años, era profesor de literatura en el colegio de la Inmaculada de Santa Fe.
Y terminaré con la hermosa referencia que hace a la frontera y el laboratorio entre los que ahora mismo nos movemos: '... Cuando insisto en la frontera de un modo especial, me refiero a la necesidad que tiene el hombre de cultura de estar inserto en el contexto en el que actual y sobre el que reflexiona. Nos acecha siempre el peligro de vivir en un laboratorio... Me dan miedo los laboratorios porque en el laboratorio se toman los problemas y se los lleva uno a casa, fuera de su contexto, para domesticarlos, para darles un barniz. No hay que llevarse la frontera a casa, sino vivir en frontera y ser audaces'.
Sigue: 'Cuando se habla de problemas sociales, una cosa es reunirse a estudiar el problema de la droga de una 'Villa Miseria', y otra cosa es ir allí, vivir allí y captar el problema desde dentro y estudiarlo... No se puede hablar de la pobreza si no se la experimenta, con una inserción directa en los lugares en los que se vive es pobreza...'. 
El Papa Francisco y el P. Antonio Spadaro. Foto: Razón y Fe
El Papa Francisco durante la entrevista
Y acaba contando una vivencia personal: 'Pense-mos en las religiosas que viven en los hospitales: viven en las fronteras. Yo mismo estoy vivo gracias a ellas. Con ocasión de mi problema de pulmón en el hospital, el médico me prescribió penicilina y estreptomicina en ciertas dosis. La hermana que estaba de guardia la triplicó porque tenía ojo clínico, sabía lo que había que hacer porque estaba con los enfermos todo el día. El médico, que verdaderamente era un buen médico, vivía en su laboratorio, la hermana vivía en la frontera y dialogaba con la frontera todos los días.
Aquí lo dejo. He leído con muchísimo interés las 27 páginas de esa entrevista. Si alguien se anima a imitarme aquí os dejo el enlace:

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