Jose Gómez de Arriba: 2:24:43 en su primer maratón

El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización (J.P. Sergent).

Seguro que nuestro protagonista de hoy está de acuerdo con esta cita.

Tiene 38 años, viene del fútbol, y corrió su primera B/SS en 2004, acabando en 1:32:09. Diez años después, llegaba a la meta en 1:11:38 y en 2017 hacía su mejor marca: 1:06:29.

Ya veterano, se federó y se animó con la pista, donde tiene marcas como 4:05.59 en 1.500  metros (2019) y 8:39.80 en 3.000 metros (2019).

En ruta, corrió este año los 10 km de Laredo en 31:31 y la Media Maratón del año pasado en 1:09.57. Por lo que hizo el domingo, vale mucho menos que esa marca.

El 2 de junio, defendiendo la camiseta de su club, el Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea, en Anoeta, se lesionó en un 3.000. Tocaba recuperarse y marcarse nuevos objetivos. Eligió el más duro: el maratón, pero ¿qué maratón?. El irundarra Josinho, que así le llaman sus amigos, lo tuvo claro, el de casa, el Maratón de Donostia. 

Se puso en manos de su entrenador, Markel Blanco, y se sometió a la dura disciplina que requiere la preparación de un maratón. Acostumbrado a entrenar en el hueco que le deja al mediodía su jornada laboral, tuvo que cambiar sus hábitos y entrenar a partir de las 17:45, saliendo cambiado del trabajo y tirando hacia Hondarribia. Como me cuenta: 'Este último mes, con el cambio horario y con todo el agua que ha caído, ha sido muy duro'.

Llegó el día D y la hora H; y así nos cuenta su experiencia José Antonio Gómez de Arriba, Jose o Josinho:

Después de unos días previos de muchos nervios, por fin llegó ese día por el que llevaba entrenando desde el 8 de Julio junto a Markel Blanco, que me ha llevado la preparación al milímetro.

Me gustaría empezar por agradecer a Gonzalo Fuentes por su gran labor de liebre hasta el km 22. Habíamos acordado pasar la media entre 1h12:30/1h13 y lo clavó: 1h12:50. Hasta ahí todo iba según lo previsto, muy fácil, relajado y en grupo.

Fue ahí cuando Joseba Diaz hizo un cambio y se fue unos metros. Tuve dudas si seguirle, hasta que pude ver a Markel y me tranquilizó dándome órdenes de que me olvidará y siguiera con mi carrera. Opción acertada.

Siguieron pasando los kilómetros, corriendo más rápido y en solitario; sabía que estaba preparado para afrontar los kilómetros de verdad, donde todo el mundo me había avisado que empezaba la maratón, y mis sensaciones seguían siendo muy buenas.

Tenía unos metros por delante a un chico (inglés creo), que me servía como referencia. Pasamos la zona más temida porque el desgaste a esas alturas es grande y una pequeña bajada y subida –por dos- como la del infierno, se podían atragantar. Pero pasé ese kilómetro a 3'28" y las piernas todavía tenían fuerzas.

Nos acercábamos a zonas donde había más público y los ánimos hacían que siguiera disfrutando y sufriendo a partes iguales. Hasta que llegué al km 40 y las emociones empezaron a florecer.

Hice un cambio de ritmo pasando al que tenía por delante y corriendo los últimos 2195m en 7'20" (a 3´20”/km). 

¡¡¡¡Terminando en 2h24:43!!!! 

Menudo subidón y qué ganas de llorar. Todo el trabajo de los últimos meses había merecido la pena solo por cruzar esa meta.

Increíbles esos kilómetros finales, con un público volcado, la entrada al mini estadio y ¡como no! cruzar la meta, han sido la mayor explosión de felicidad que me ha dado este deporte. Todavía me emociono cuando recuerdo esos momentos.

Felicito a Joseba Diaz por su carrerón y por su triunfo en el campeonato de Guipúzcoa. ¡¡¡Te lo mereces!!!

Y ¡como no! agradecer a toda mi familia: mi mujer Ione, mis hijas Nora y Martina; y a mi entrenador Markel por hacer que todo esto fuera posible.

¡¡¡¡ESTO TAMBIÉN ES VUESTRO!!!!

Por último, me gustaría mencionar a la organización de la carrera, que año tras año mantiene el nivel, teniendo que hacer frente a las grandes maratones nacionales (Valencia, Sevilla, Barcelona).

Probablemente, con un poco más de apoyo de las instituciones públicas, podrían confeccionar un circuito un poco menos duro (giros de 180º, cuestas del infierno) que haga que los atletas vascos de primera línea opten por correr en casa.

Atletas vascos de primera fila entre los que, por derecho, debemos contar a José Antonio Gómez de Arriba.