¿Lujuria?

El nacimiento de Venus (Botticelli)

Mi amigo Patxi diría que eso es lujuria. Puede que tenga razón, pero sería un pecado muy venial, porque las miradas que se me escapan, sin que las pueda controlar, a las mozas, que cada día están mas guapas o a mi me lo parecen, y a no pocos chicos, dan satisfacción a uno solo de mis sentidos: la vista. 

Ayer, mientras Nere Arregi, en Croacia, y Eva Esnaola y Alazne Mujika, en Winschoten, completaban 100 kilómetros por la carrereta, yo hacía alguno menos, casi en el mismo tiempo, de compras con mi mujer, en una jornada maratoniana. Antes de que nadie haga juicios prematuros, diré que a mí me encanta acompañar a mi mujer cuando va de compras y hacer de personal shopper. Además, siempre terminamos comprando para mí más cosas que para ella.

Ayer fue un sábado caluroso y nos encontramos con muchas chicas y también con muchos chicos por la calle y en muchas de las tiendas y comercios que visitamos. El calor propicia que todos vayamos ligeros de ropa, dejando a la vista unos cuerpos esbeltos y bronceados, tanto en ellos, como en ellas, locales, visitantes, de distintas razas y continentes, que son un reclamo imposible de evitar para unos ojos como los míos, ávidos de disfrutar de cualquier manifestación de la belleza. ¿Y hay algo más bello que el ser humano?