Si damos por buena -como yo- la medición del circuito del XX Memorial Josetxo Imaz, realizada con la rueda clásica, escasas horas antes de la carrera, al menos las tres primeras clasificadas mejoraron de largo sus marcas personales. Lástima que al no estar homologada la distancia, esas marcas no subirán al ranking de la F.A.G.
Para conseguir la homologación, hay que seguir un protocolo muy estricto y hay que hacer frente a una factura que en este caso podría acercarse a los mil euros, difícilmente asumible para un club modesto como el Txindoki Jaso Autobag Atletismo Taldea.
A mi modo de ver, estaría justificado que la Federación Atlética Gipuzkoana facturara por ese servicio a una carrera comercial, como la Behobia-San Sebastián, pero me chirría con clubes que hacen un enorme trabajo de base, como el Txindoki, dos de cuyas atletas han sido medallistas en el Campeonato de España sub 23 celebrado este fin de semana en Sevilla.
También me chirría -y podría colegirse que de aquellos polvos vienen estos lodos- que el Patronato Municipal de Deportes facture -y no poco- a la F.A.G. por la utilización de las pistas del Mini-Estadio de Anoeta y el Velódromo cuando hay competiciones... mientras subvenciona millonariamente a clubes profesionales, como la Real Sociedad.
Hecha esta introducción, seguro que Elena Silvestre, Maialen Muñoz y Ane Zabala lamentarán esa falta de homologación de sus marcas después de la gran carrera que hicieron, ayudadas, sin duda, por una temperatura ideal, sin viento y sin lluvia.
Así quedó la clasificación de las 41 chicas:
No busquéis ahí a Maite Arraiza, que fue en cabeza, a la que podéis ver en este estupendo vídeo. En algún momento, debió optar por la retirada.
Lejos de las primeras, que salieron ocho minutos antes y, además, corren mucho más deprisa que yo, fui testigo del excelente desempeño de Irati Iñurrieta (20ª) y Olatz Lasa (23ª), a las que no pude seguir más allá del km 2.
Elena Beristain (25ª) y Karmele Liceaga (26ª) , que también salieron conmigo, corrieron muy valientes y me dejaron atrás subiendo a Lazkao, pero pagaron el esfuerzo en la parte final, con la tremenda subida al centro de Ordizia. Más sabe el diablo por viejo (yo) que por diablo. Seguro que me tienen en su punto de mira para la siguiente. Tuve ocasión de charlar con las dos al final de la carrera y de compartir algún susto, como el que nos dio un coche camino de Lazkao. En la foto de abajo tenéis a Irati, Olatz y Elena.
Tenía que salir a por todas...luego te seguí un poco ....pero te me fuiste
ResponderEliminar