domingo, 4 de enero de 2015

Entre turrón y mazapán... algún que otro dorsal.

Vuelve con nosotros Ima González Gete, 7º clasificado en la San Silvestre Donostiarra:


Ima, detrás de los gallos en el Cross Beach
La Navidad es, por varios motivos, una época en la que se dan extraños casos de ataques de afecto, ganas de arreglar el año en un último momento y, sobre todo, es tiempo de San Silvestres.

Con el calentón del Cross Beach en el cuerpo, me dispuse a disfrutar en tierras palentinas de un amplio calendario de carreras navideñas (la friolera de 15 carreras entre el día 24 y 31 de diciembre).

Para alguien como yo, que disfruta casi tanto comiendo como poniéndose un dorsal, el hecho de ser acogido en casa de mi familia política y darme carta blanca para correr donde y como me diera la gana, sencillamente provocó que los ojos me hicieran chiribitas.

Ima en Astudillo, corriendo a -4º
Dos primeras citas en localidades conocidas para todo aquel que tenga el camino de Santiago en su haber, como Frómista y Carrión de los Condes, con sendos fogonazos de 4 kilómetros cada una y a temperaturas que te dejan la piel tersa y nula de arrugas, me hicieron llegar con un optimismo desmesurado a la carrera del pueblo de mi suegra, Astudillo.

Menos cuatro grados, repechos y un público entregado, me hacían sentirme como si fuera alguien, hasta que un chaval de la tierra de nombre Gonzalo, se encargó de ponerme los pies en en suelo y decirme aquello de ¿a dónde vas tú?.

Sufriendo lo que no está en las escrituras y pasando las de Caín, llegué tirando de no se yo dónde a colarme en un podium del cual me vi en carrera muchas más veces fuera que dentro, haciendo que mis sensaciones en la misma, oscilaran más que los valores del Ibex 35.

E la San Silvestre Donostiarra, Detrás de Jon Agirre
Con todas estas batallas en las patas, me presenté en la salida de nuestra tan querida San Silvestre Donostiarra, una cita a la que tengo un cariño especial y en la que hasta este año, no había conseguido desquitarme haciendo una carrera decente.

Una vez más la gente no falló, ver correr a Alberto Revuelta, Imanol Cruz, Sergio Román, Ander Sagarzazu, Aitor Etxeberría, Ignacio Tanco, Raul Gómez Margallo, Peru Alfaro o el incombustible Ion Arzubialde, es siempre un placer, si a ello le añadimos la buena compañía de los hermanos Erregerena, Iñaki Añorga o Ion Agirre, la cosa mejora.

Llegando a la meta
Con un tiempo ideal y una marea de gente que animaba a tope, el giro de calle Mayor a 31 de Agosto es digno del Tour de Francia, junto al bucle del Hotel Londres y el final de calle Easo, solo por eso merece la pena correrla.

Lo demás es secundario.

Es una realidad que la carrera ha crecido de manera digamos exponencial, tiene un éxito importante por la razón que sea y al margen de estrechez de la salida, pocas cosas se le pueden echar en cara, más bien (en mi opinión) ninguna más.

Yo me quedo con el buen sabor de boca que te deja para acabar el año y la cervecita bien ganada de después .

Urte berri on!!!

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