viernes, 26 de noviembre de 2021

Maratón. Contra pronóstico

A medida que se aproxima el día D y la hora H, con todos los entrenamientos completados, el dorsal recogido, la ropa elegida, las zapatillas listas y todo el ritual que rodea a un maratón, incomparable al de cualquier otra carrera, nuestra preocupación se dirige a algo que no está en nuestras manos: el tiempo, la meteorología. 

Ahora que disponemos de tantas herramientas y tantas fuentes de información, podemos actualizarlo casi al momento. A dos días vista, se anuncia una jornada lluviosa y fría, condiciones complicadas para correr un maratón y que pueden empeorar a nada que al viento le dé por sumarse a la fiesta para reventarla.

Seguro que casi todos los que van a correr, nada más levantarse, actualizarán la información meteorológica y será el momento de tomar algunas decisiones. Hace muchos años, me enseñaron esta ecuación:

DECISIÓN = INFORMACIÓN + RIESGO

Cuanta más información tengamos, menos riesgos tendremos que asumir, pero siempre hay un riesgo. Y la decisión más importante que tendréis que tomar quienes vayáis a correr el Maratón de Donostia es qué riesgo vais a asumir. Quiero decir, qué marca vais a buscar y qué ritmo vais a elegir.

Algunos lo tienen claro: van a terminar sin buscar ninguna marca y a un ritmo asumible. Otros, se la van a jugar y van a apostar por el mejor de los escenarios posibles, ese que necesita poco menos que la alineación de todos los astros: ritmo constante + buenas sensaciones + ausencia de viento + temperatura óptima + cero incidentes + + +

Algunos otros, más prudentes, tendrán un plan B, para lo que es condición necesaria, aunque no suficiente, llegar entero a la parte final de la carrera, esa que empieza a partir del km 30, llena de emboscadas, con el muro acechando a cada paso.

Así como el pronóstico del tiempo es cada día más fiable y prácticamente infalible a pocas horas vista, los pronósticos que hacemos sobre nuestra capacidad para afrontar y terminar un maratón, están sujetos a tantas variables que lo más normal es que suceda algo que nos obligue a cambiar de planes y/o de objetivos. Por introducir una sola variable, pensad en los  más de treinta mil pasos que daréis el domingo.

Así que, tanto si te le vas a jugar, como si sales con objetivos más modestos, piensa en tener un plan B y hasta un C y un D, que te permita disfrutar de la satisfacción de terminar tu primer maratón o sumar uno más a la lista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario