viernes, 23 de abril de 2021

Vamos con esos 25 maratones

Si entráis en el muro de Facebook de Jose Altube Del Hoyo, tenéis el detalle de los 25 maratones que ha corrido entre el 24 de enero y el 16 de abril, dando vueltas a un circuito urbano en Güeñes. Además, dos propinas, como el 10 K que hizo el 10 de febrero (35':14"), cuando llevaba cinco maratones terminados, y el maratón en cinta que corrió el 18 de abril (2:47:22), dos días después de completar el reto.

El promedio de esos 25 maratones en 83 días es 2h:52´:33", con lo que sale a 4:05/km. El más rápido lo hizo el 21 de febrero (2:48:15) y el que más tiempo le llevó fue el del 19 de marzo (2:56:41), un día frío (5º), con mucha lluvia y viento.

Este es el detalle de esos 25 maratones en 83 días, todos ellos bien por debajo de tres horas:






























Más datos que nos facilita su protagonista:

- 22 de esos maratones los ha corrido con las zapatillas Nike AlphaFly 2
- 2 maratones con AdizeroAdios Pro
- 1 maratón con las Nike VaporGly Next.

Hasta ahora, ha corrido 30 maratones con dorsal y, sumando los 25 maratones del reto, 45 sin dorsal.

Su mejor marca la consiguió en el maratón de San Sebastián de 2014: 2:44:40, clasificándose en el puesto 101, tras pasar el Medio Maratón en 1:20:21, en el puesto 131. Aquel día, la humedad jugó una mala pasada a los 2.914 atletas que llegaron a la meta.

Su mejor marca no oficial la hizo hace siete años en ese mismo circuito de Güeñes (2:39)

Y terminamos esta segunda entrega con el por qué de este reto. El mismo Jose nos lo cuenta:

En 2005 pasa una cosa que me entra de lleno en la cabeza. Pedro Galarza, un maratoniano de la zona, organizador de la Galarleiz Mendi Maratoia, había completado con éxito el reto de hacer todos los maratones nacionales por debajo de 3 horas. Claro, yo no me puedo comparar con él, que tiene 2:28 en maratón, muy muy por debajo de mi mejor marca. 

Pensé que sería la pera intentar hacer el mismo número, pero a mi ritmo y ahí quedo la cosa.

Pasan los años, conozco en persona a Pedro y me explica con pelos y señales todas sus vivencias en ese reto y miles y miles de anécdotas que tiene del mundo maratoniano. Con todo ello, entablamos una bonita amistad que mantenemos muy viva a día de hoy.

Y llega el PUTO coronavirus y nos cambia la vida a todos. Y a los korrikazaleak muy en especial. Se cancela TODO, nos apuntan con el dedo cuando nos ven en la calle corriendo... bueno ¡qué te voy a contar a ti!

Y pienso, de toda esta mierda hay que sacar algo positivo. Habíamos preparado un maratón para primeros de este año y estaba realmente fuerte. El 24 de enero lo hago en un circuito de 470/500 metros que hay a un kilómetro de mi casa, donde más tarde completaría los 24 restantes, debido al cierre municipal de aquel mes. Acabé muy entero. 

Y me dije, pues vamos a ver si podemos con otro la semana que viene. Llegó el sábado siguiente y lo mismo, acabando muy entero y con ganas de más. Salgo el domingo, después de haber hecho el segundo maratón el sábado, y el primer kilómetro me quedo sorprendido de cómo tengo las piernas de bien. Lo termino también por debajo de 3 horas totalmente sorprendido. Lo consulto con mi núcleo más cercano, mi mujer, mi fisio, con Pedro y hay quorum, vamos a por el reto, pero hay que distanciar más los maratones,  me dicen todos los que entienden de esto.

Pero pasa una cosa, que el que lo hacía era yo y cada día que terminaba uno, veía que otro y otro y otro más eran posibles.

Los primeros me pillaron con muy mal tiempo, viento, lluvia y frío. Luego entró algo el sur en los siguientes y ahí fue cuando me di cuenta del calibre del lío en el que me había metido. A partir de San José, empiezan las molestias típicas del maratoniano, pero ésas, con nuestra experiencia, las vas toreando. 

Hasta que llega la temida fatiga a falta de 6 maratones y con ella las lesiones de verdad: las mesetas de las rodillas, un Aquiles, la cabeza del fémur... Vamos, un rosario.

Y ahí es cuando para mí empieza de verdad el reto. Ya no disfruto de ponerme mis Nike Alphafly a las 5.30 de la mañana, más bien es un sufrimiento.

Aun teniendo la cabeza como una roca, era una verdadera tortura arrancar cada nueva maratón. A falta de tres, tiro la toalla y me planto. Se lo comento otra vez a mi núcleo duro y me dan ánimos, haciéndome ver que lo logrado ya era una pasada, y eso me relaja la cabeza.

Llega el fin de semana y ¡¡¡zasss!!! consigo superarlo con tremendos dolores pero mejor de cabeza. Yo sé que si mi cabeza me responde, aunque sea a rastras, los termino.

Y así ha sido.

La primera foto que ilustra ese post es el cartel oficial del Bilbao Nigth Marathon 2015, en el que se ve a Jose Altube Del Hoyo en el maratón de Bilbao de 2014.

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