El segundo clasificado, Nigel Amos, un chaval de 18 años, con 1:41.73, puso el record mundial junior, que también es record nacional de Botswana.
El tercero, Timothy Kitum, hizo marca personal: 1:42.53, lo mismo que el cuarto, Duane Solomon (1:42.82) y el quinto. Nick Simmonds (1:42.95).
El sexto, Mohammed Aman, que fue junto con el séptimo, Abibaker Kaki, el único que osó seguir a Rudisha, hizo el record nacional de Ethiopia: 1:43.20. Kaki hizo su mejor marca de ese año (1:43.32)
Y el octavo, Andrew Osagie, siempre a cola del grupo, hizo marca personal: 1:43.77.
Podéis ver la carrera aquí.
Traducidas las marcas en puntos World Athletics, el valor de esa carrera serían 9.968 puntos.
Hasta el pasado 3 de agosto, yo pensaba que esa final de 800 metros era la mejor carrera de la historia.
El segundo clasificado, Rai Benjamin, mejoró el anterior record del mundo (46.70), parando el crono en 46.17, record USA.
El tercero, Alison Dos Santos, con 46.72, estableció un nuevo record de SudAmérica.
El cuarto, Kyron McMaster, con 47.08, hizo marca personal. El quinto, Abderrahman Samba (47.12) rozó su marca personal (46.98). Ayer, cuando hice el ranking del top 10 de los mejores atletas en Tokyo, se me pasaron por alto estos dos atletas.
El sexto, Yasmani Copello, igualó su propia marca personal (47.81), que es record nacional de Turkía.
El séptimo, Rasmus Magi, hizo record nacional de Estonia: 48.11.
Sólo Alessandro Sibilio, que había corrido la semifinales en 47.93, estuvo por encima de su marca y por debajo de los 1200 puntos.
Podéis ver la carrera aquí
Haciendo el mismo ejercicio que en el 800 de Londres 2012 y sumando el valor de las marcas de los 8 finalistas, salen 10.183 puntos, bien por encima de los 9968 de aquella histórica carrera que se quedará como la segunda mejor de todos los tiempos.
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