jueves, 28 de octubre de 2021

Pablo Salaverria, 29:41 en la Cursa Bombers de Barcelona

El 18 de abril de 2004 corrí la Cursa Bombers de Barcelona, una de las carreras populares más espectaculares y mejor organizadas en las que he participado en mis 35 años de atleta popular. Discurre por las calles y avenidas más conocidas y cosmopolitas de Barcelona, por largas rectas, muy pocos giros y en medio de un gran ambiente. Siendo una carrera rápida, no es del todo lisa y discurre por falsos llanos, como la Avenida del Paralelo, que pican para arriba y se notan en las piernas. La salida y la llegada está a la altura de la estación de Francia. Es una prueba que os recomiendo correr alguna vez.



El pasado domingo celebró su XXII edición, con más de once mil corredores populares, bajo el lema 'Volvemos para correr 10 K'

Entre esos once mil atletas, se clasificó sexto el donostiarra Pablo Salaverría, un atleta de 27 años, del Hinaco Monzón, federado en Aragón, donde estudió veterinaria y residente en Barcelona, donde trabaja. Le vemos a la derecha de la foto. Es el atleta bajito, con camiseta roja y pantalón azul, que va detrás de uno muy alto con camiseta de color naranja.

Esta sería la carta de presentación de sus mejores marcas:








Imanol González Gete vuelve a esta blog para hacernos una presentación más personal de Pablo:

Hace seis años, conocí a un chaval que corría con las mismas gafas blancas, que Geraint Thomas. Para un auténtico freak del ciclismo como yo, fue algo curioso.

Un día de calor en Anoeta, coincidimos, nos pusimos a hablar y fue uno de esos momentos en los que ves que encajas con alguien. Me pareció un tipo vivo, inteligente y sobre todo buena gente.

En las carreras siguientes, observé a un atleta sin complejos, valiente y seguro de si mismo.

Algún día más, coincidimos entrenando, pero siempre con cuidado. Con cuidado, más que nada, de no salir yo a cuatro patas de la pista. Y es que su progresión bajo la tutela de Fondi, el entrenador del Hinaco Monzón aragonés, era algo realmente admirable.

Los números los dejo en manos de Gabriel, que seguro añade una tabla con las M.M.P. de este licenciado en veterinaria, tan aplicado en los estudios, como constante en los entrenos.

Pero bueno, que parezco un comercial deseando vender una moto. No oculto que aprecio a este chaval y que me cae bien, aunque dudo que a estas alturas de la peli, alguien albergue duda alguna. Jajajaja.

La cuestión es que tras varias temporadas manteniendo una progresión no exenta de las lesiones de rigor, míster Salaverría rompía (de largo) varias de las típicas barreras psicológicas del atletismo, como los 4:00 en los 1.500 metros, los 8:30 en el 3.000, el 14:30 en el 5.000 y….. el 30:00 en el 10.000 se le resistía (este año, en pista, ha corrido en 30:18.73)

Se le resistió en Laredo hace años, en una carrera suicida junto a Ander Sagarzazu (al que tod@s esperamos ver pronto otra vez)... hasta este domingo.

El día veinticuatro, en el transcurso de la Cursa Bombers barcelonesa, nuestro colega se desmelenaba ofreciéndonos un alucinante 29:41 en los diez kilómetros de esa carrera.

Pese a no tener licencia gipuzkoana, me permito la licencia de incluir a Pablo en el club de los mejores fondistas en activo de Gipuzkoa, junto a Iraitz Arrospide (que vive y trabaja en Sheffield), Eneko Agirrezabal (garantía de buen hacer), Imanol Cruz (eternamente joven), Unai Arroyo (cada vez que aparece en escena ofrece su mejor versión), Aitor Etxeberria (un día espero poder ver hasta donde puede llegar de verdad), Kamal Ziani (historia viva), Martín Amilibia( trabajo y trabajo), Jose Gómez de Arriba (su marca en maratón le avala), Joseba Díaz (acaba de hacer 2:21:10 en el maratón de Amsterdam), Gonzalo Fuentes (centrado de momento en el triatlón)...

Personalmente, me alegra cuando alguien rompe los moldes, pero cuando ese alguien es un amigo, la sonrisa se multiplica y la sensación de gustillo es más intensa.

No he visto la prueba en el calendario de la RFEA. En todo caso, como dice el Reglamento de la Cursa, la distancia está homologada por la Federación Catalana de Atletismo.

Mi reconocimiento a Pablo, a quien 'descubrí' en una Donibane Lohizune-Hondarribia, en 2014. Tenia entonces 20 años y fue cuarto.

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