Para mí, jubilado, con una existencia bastante austera y con escasa vida social, más allá de las quedadas de los martes y jueves a las 8:00, en Anoeta, para hacer entrenamientos de -en mi caso- dudosa calidad; viviendo en casa con mi mujer, con nuestros hijos fuera, con sus respectivas parejas, el confinamiento está resultando más que llevadero.
El fin de semana pasado se complicó con el fallecimiento de la ama, a quien despedimos el lunes. Desde el martes, cuando hice la compra de la semana, hemos entrado en una nueva dinámica. Yo me sigo levantando a las 5:00, hago mi tabla de estiramientos, a la que he añadido algunos ejercicios de fuerza y coordinación, aunque esto último, en mi caso, sea lo más próximo a un oxímoron. Recordad que me apellido Beldarrain y que del 'beldarra' a 'baldarra' sólo hay una letra de diferencia.
Tras desayunar, bajo y subo seis pisos de escaleras para comprar el periódico y el pan; y desde las 8:15, aproximadamente, estamos confinados en casa. Mi mujer va a trabajar y desde el viernes al mediodía, no ha salido para nada. Mañana tiene que volver a trabajar.
Echo mucho de menos poder salir a correr y lo sustituyo por la bici estática, un auténtico coñazo, agravado porque me deja el culo y la zona del periné super-doloridos.
Leo el periódico, escucho la radio, ojeo la prensa en el PC, leo, ordeno papeles, hacemos la limpieza... La mañana se pasa volando.
Comemos pronto, echamos la siesta, y a la tarde, entre enredar en el PC, seguir la tabla de ejercicios que puntualmente nos ofrece, a las 17:30, Andu Mtz de Rituerto desde Tolosa, escribir el post de cada día, hablar con nuestros hijos, y salir al balcón a las 8:00 a aplaudir a quienes están llevando el peso de esta catástrofe, nos llega la hora de cenar.
Yo me acuesto pronto y mi mujer se queda un rato viendo alguna serie.
Nada tiene de heroico vivir así. Nos quedan, de momento, otras tres semanas. Y como dijo Bertol Brecht: 'Infeliz es la tierra que necesita héroes.'
Gabi, siento mucho lo de tu ama.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.