Acabo de hablar con Iker Velasco y me he disculpado porque no iré mañana a correr a Irun. Iñigo Eseverri y él nos habían preparado un bonito circuito transfronterizo, a orillas del Bidasoa, para cambiar los aires de La Cocha por los de la bahía de Txingudi.
Antes, había hablado con Iulen Ibáñez, quien también declinaba la invitación. Hemos coincidido en Anoeta, donde Hoki Guerrero y él suelen ir los sábados a hacer sesiones de calidad, acompañados hoy de Juan Car Arregi y un cuarto elemento a quien no conocía; y donde yo he ido a hacer un rodaje suave de ochenta minutos, porque ya me da no sé qué rodar por la calle o por La Concha si no es de madrugaba. Sé que es mi problema y que igual tengo que hacérmelo mirar, pero me deprime enormemente ver a todo el mundo con la mascarilla y me repelen las miradas cargadas de pánico de no pocos viandantes cuando me cruzo con ellos.
En esta nueva subnormalidad en la que nos han o nos hemos instalado, prefiero huir del conflicto y evitar situaciones que puedan resultar molestas.
Así que mañana, a las 8:00, volveré a Bataplán. Me toca una tirada de 2h:15', así que saldré sobre las 7:00, para llegar a Bataplán a las 8:00, hacer el recorrido habitual y terminar con 15-20 minutos de propina.
El que se anime a acompañarme, será bienvenido. Si somos más de seis, ya nos organizaremos para no hacer grupos numerosos.
Lo de ir a Irún... o a Azpeitia, que está pendiente, lo dejaremos para otra ocasión.
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