viernes, 10 de diciembre de 2021

Maratón de San Sebastián. ¿Hacemos un DAFO?

Hace un par de años, un grupo de amigos, corredores populares a quienes nos une nuestro amor al Maratón Donostiarra, formado por Iñigo Eseverri, Iulen Ibáñez, Juanjo Gibaja, Sergio Román, Alazne Mujika, Luis Pedro Bedoya, Imanol González Gete y yo, empezamos a reunirnos, con una agenda y un plan de trabajo, con el objetivo de provocar un cambio, necesario para revertir una tendencia negativa, agudizada por la desmedida competencia del Maratón de Valencia y la emergencia de otros maratones, como el de Málaga, que se correrá este domingo. En su página web anuncian 3.960 inscritos al Maratón y 4.530 al Medio Maratón.

A falta del dato de inscritos, recordemos que el el último Maratón de Donostia, el pasado 28 de noviembre, se clasificaron 1.095 corredores.

En el citado grupo, comparamos la evolución del Maratón de San Sebastián con los de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, una comparación claramente desfavorable para nosotros. Analizamos aspectos como el recorrido, la fecha, la llegada, la marca, el target o nicho de mercado que buscamos... y hasta hicimos una apuesta por la mujer: ¿Qué pasaría si la ganadora absoluta de la carrera fuera una mujer?

Creo que el debate sobre todos esos aspectos está abierto y sigue vivo. Y para empezar a debatir hay una herramienta muy útil: el DAFO, acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Como explica el gráfico, las Debilidades son carencias y limitaciones propias. Las Fortalezas con características y habilidades propias. Las amenazas son factores externos desfavorables. Y las Oportunidades serian factores externos que pueden resultar favorables.

Pongamos algunos ejemplos relativos, a mi modo de ver, al Maratón de San Sebastián.

Una fortaleza es el circuito. Cierto que es mejorable, pero es un gran circuito. Otra fortaleza es que, ahora mismo, tenemos un par de atletas gipuzkoanos con gancho: Iraitz Arrospide y Eneko Agirrezabal, que podrían ofrecer un buen espectáculo. Además, a falta de grandes figuras, tenemos un nivel medio alto, de atletas entre 2:20 y 2:40 que, si se juntan, pueden ganar entre todos y atraer mucho público local, provincial y autonómico.

Podemos encontrar debilidades en la escasa financiación y en el riesgo de la fecha. A finales de noviembre hay una alta probabilidad de mal tiempo, como el que padecimos este año. 

En cuanto a las amenazas, además de la evidente de Valencia y hasta la de Sevilla (en febrero), tenemos la de Málaga.

Las oportunidades es más difícil imaginarlas sin pensar en el nicho de atletas que queremos atraer, sobre la base de que hay que conjugar cantidad y calidad. Sin cantidad, decae la financiación, tanto la que viene de las cuotas de inscripción, como la que pueden proporcionar Instituciones y Patrocinadores. Sin calidad, perdemos público y perdemos interés mediático. Como ya he dicho más arriba, en el ámbito de la mujer podemos buscar oportunidades. Quizá un cambio de fecha abra nuevas posibilidades.

Mis neuronas, y más a estas horas, no dan para mucho más, pero estoy seguro de que quienes lean estas reflexiones pueden tener ideas mucho mejores que las mías, descubrir  nuevas oportunidades, advertir de amenazas latentes, analizar nuestras debilidades y aflorar fortalezas que mejoren nuestra autoestima.

Abro un cuaderno en el que iré anotando todas vuestras aportaciones. Y prometo compartirlas. 

2 comentarios:

  1. Alvaro Izquierdo de Castro12 de diciembre de 2021, 22:24

    Es una gran carrera, únicamente necesita un cambio de fecha.
    La franja en la que compite esta sobre saturada y Valencia es como una Major.
    Finales de septiembre-octubre hay un hueco no aprovechado en España que podría venir bien.
    Hace aún bueno y allí aseguras fresquito

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  2. Finales de septiembre-octubre hay un hueco no aprovechado en España que podría venir bien.
    Hace aún bueno y allí aseguras fresquito

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