Loyea Ayala -Gainberri de segundo apellido- es una atleta nacida en Tlalnepantla (Mexico) en febrero de 1987, que desde su más tierna infancia vive en Gipuzkoa. Especialista en 800 metros, tiene una mejor marca de 2:08:02, conseguida en Huelva el 3 de junio de 2016, que la coloca sexta en el ranking Gipuzkoa de todos los tiempos.
Es fisioterapeuta en Senide Fisioterapia. Aunque nunca he caído en sus manos (soy fiel a los fisios que me llevan aguantando desde hace más de treinta años), por mi hija Maria tengo las mejores referencias de su trabajo y profesionalidad.
Lo que desconocía de Lorea, que, como yo, es una tímida pertinaz y empedernida, es su faceta poética, a la que está dando rienda suelta en estas semanas de confinamiento salvaje e indiscriminado, en la que tanto están sufriendo los profesionales autónomos como ella.
El vienes, por Messenger, me mando estos versos, que transmiten lo que siente ante la situación que estamos padeciendo:
Y la población en su hogar a resguardo
Porque los ¿sabios? es lo que han mandado
Y nosotros anestesiados por el pánico
Hacemos caso sin pensarlo demasiado
Yo en la soledad del confinamiento me pregunto:
¿Es el miedo un escudo de heno contra este imparable fuego?
Sabemos que un fuerte soplido apaga la vela
Pero el viento por muy fuerte que sea
Sólo avivará y alimentará la llama
Que un día se contagió y transformó en hoguera
Me protejo aislando mis sentidos
Ante ese veneno disfrazado de remedio
Y me niego a cogerlo y comérmelo
Siento la necesidad de destapar el engaño
Y elevar mi voz por mí y mis compañeros
Pero ahora que levanto la mirada
Me siento alegre y conectada
Porque veo cada vez más personas
Trabajadoras, empáticas y con muchas ganas
Que como yo se sacuden la paja
Y para intentar apagar las llamas
Arrojan barreños de ideas y esperanza
Como pide Lorea, llenemos barreños de ideas y esperanza para arrojar a las llamas que están acabando con nuestra libertad.
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