El lunes publiqué este post hablando de la 64 edición del Cross Internacional de San Sebastián que ha suscitado cierto eco y algunos comentarios, tanto en Facebook, como en el propio blog.
Más eco, sin duda, habrá tenido el artículo publicado ayer en su periódico por Antxon Blanco, Jefe de Redacción de El Diario Vasco, titulado Un cadáver en forma de Cross, mientras que, en la misma página, María Jesús Silvano titulaba así su columna: La organización del cross de Donostia, dispuesta a seguir trabajando, en la que no se hace ninguna referencia a la Federación Atlética Gipuzkoana (FAG).
'Siempre se debe preferir la acción a la crítica', decía Theodore Roosevelt, presidente de los Estados Unidos en los albores del siglo XX. A mi modo de ver, desde mi conocimiento de las entrañas del Cross de Lasarte y de las relaciones entre la FAG y Fly Group, en quien tiene subcontratada la organización de esa carrera hasta 2021, observo muchas críticas y muy poca acción.
Empezaré por los datos que aporta Patxi Larrea (Fly Group) en la columna de ayer: 22.000 € para la contratación de atletas y medio millar de personas que pasaron por taquilla. ¿Por cuánto multiplica el cross de Elgoibar estas cifras? ¿Cuánto apuestan las Instituciones por Elgoibar y cuánto apuestan por Lasarte?
Hace una década (no recuerdo bien el año) participé an alguna reunión, invitado no recuerdo por quién, para analizar la crisis del Cross, que se veía venir, no solo en Gipuzkoa, sino en el mundo mundial. Estaban allí representantes de la FAG, de los Crosses de Elgoibar, Lasarte y Reyes (Gimnástica de Ulia), el periodista Antxon Blanco y supongo que alguna persona más, que tampoco recuerdo.
Sí recuerdo que mi intervención levantó algunas ampollas cuando defendí que había que apostar por una de las tres pruebas, en vez de dispersar esfuerzos, y cuando manifesté que, a mi modo de ver, esa apuesta tenía que ser por el Cross Internacional de San Sebastián, por tradición, visibilidad, marca-cuidad, circuito, instalaciones, logística y algún otro argumento en el que tampoco me ayuda mi ya cascada memoria.
Abandoné pronto aquel foro porque no fui capaz de percibir ni liderazgo, ni estrategia, ni método, ni modelo, ni alianzas, ni recursos, algo que sí han sabido hacer o encontrar en Elgoibar, donde hay alguien o algunos que trabajan 365 días al año para mantener su carrera en lo más alto. En pocas palabras, en Elgoibar tienen un plan y lo llevan a cabo.
A mi modo de ver, el Cross no volverá a ser lo que fue. Como los taxis. La propia IAAF ha cambiado su Campeonato de anual a bianual y las grandes figuras de antaño están en el asfalto. Y no veo cómo podríamos volver a llenar las tribunas del Hipódromo como se llenaban hace ya décadas.
Quizá sea el momento de repensar el modelo, buscando una mayor participación e implicación de las Instituciones y también de los atletas, empezando por los locales y los más próximos, que son los que podrían arrastrar al público local.
Hay algunos casos de éxito, como el que cita Esti Gijarro, que trabaja y reside en el Reino Unido, en uno de los comentarios que hace en Facebook, incorporando un vídeo corto del Campeonato de Cross del Sur de Inglaterra, con 1.200 hombres y 700 mujeres en la salida.
Quizá fuera buena idea saber qué hacen los demás y cómo lo hacen. Y ponerse a trabajar desde ya. Tenemos todo un año por delante: 12 meses, 52 semanas y más de 360 días para trabajar, como hacen en Elgoibar. Todo un año para, a la vista de las criticas, siempre bienvenidas si son constructivas, pasar a la acción.