Las chicas son guerreras
Nunca se me ha hecho tan difícil escribir la crónica de una carrera. A falta del ingenio de maestros como Juan José Millas o, más cerca de nosotros, Javier Barace, cuyo blog acabo de descubrir y os recomiendo vivamente, me encuentro con que los ‘hechos y datos’ en los que me suelo apoyar son más de lo mismo:
Kutxa-Kutxabank sigue siendo la empresa que aporta más participantes: nada menos que 12 equipos de un total de 246. Es decir, casi un 5%. En el caso de los equipos femeninos, 5 de 16: un 31,25%
- Nuestras chicas siguen siendo de oro. Se me agotan los calificativos. Siempre ganan en Alemania y siempre ganan en Donostia. No importa quienes formen el ‘Equipo A’, la victoria está asegurada. Tal fue la superioridad que los 4 primeros equipos fueron los nuestros. El quinto se clasificó en sexta posición.
Los chicos –como de costumbre- no hicimos un papel tan decoroso, clasificándonos en los puestos 10º, 23º, 31º, 46º, 53º, 74º y 128º, de un total de 129 equipos masculinos que llegaron a la meta. El nivel medio es bueno, pero nos falta completar un cuarteto de garantías para pelear por el podium, del que estamos a más de 3 minutos. CAF sigue dominando de forma implacable y equipos como SIDENOR, JAURE, GKN, nos llevan mucha ventaja. Más adelante hablaré de cómo podríamos reducir y hasta superar esa ventaja.
Las únicas novedades dignas de mención vinieron en la carrera mixta:
- Por primera vez, no presentamos ningún equipo.
- La chapuza de la Policía Municipal de Donostia. Ver ‘Noticias de Gipuzkoa’ del sábado. Por nuestra posición en la carrera, fuimos testigos de momento en el que se produjo el cambiazo. Daría mucho jugo hablar de cómo se produjo ese cambiazo y de quiénes lo protagonizaron. ¡Manda huevos! –que diría Trillo- que sea la Policía Municipal quien infrinja tan descaradamente el Reglamento.
Así pues, dado que la poesía, que Federico García Lorca definía como ‘la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio’ tampoco es lo mío, me limitaré a algo parecido a la crónica social.
Que empezaré por las 12 chicas que subieron al podium, acompañadas algunas de sus retoños. Karmele Mitxelena y Mari Seijas son ya asiduas a lo más alto, donde también subieron Cristina Hidalgo y Alaitz Sagastizabal.
Podéis verlas en la foto (Alaitz está tapada) llegando victoriosas a la meta
Igone Arambarri, Amaia Mendicute, Nerea Agirre y Elixabete Azurmendi fueron las segundas y quizá las más contentas, por estrenarse en el podium.
Amaia Lecuona –que ya sabe lo que es subir a la más alto y que volvía a la competición después de ser amatxo- Ainara Manso, Idoia Imaz y Maitane Sobrón, les siguieron en la tercera plaza.
Cuartas fueron Idoia Viteri, Lorea Aranalde (que le pegan a todo), Oihana Etxeberria y Laida Mugica.
Y sextas entraron Haizea Etxegaray, Aizpea Mugica, Nerea Mariezkurrena y Ana Laguarda, muy cerca de los dos equipos anteriores.
Con los chicos, empezaremos por el final, con la heroica carrera de Iker Cramoix, que llegó a la meta a duras penas, arrastrado por Harri Beloki (alguna chica me ha preguntado por él), Alex Zamora y Jon Arrese.
Nueve minutos antes habían llegado Andoni Etxebeste, Iñaki Altuna y Beñat Martín, llevando consigo a un Jakes Berrio, que sufrió como un perro para seguirles. ¡Chapeau! para el ‘sufridor’ y para los ‘aguadores’.
Los hermanos Dentici: Joseba y Alessandro, acompañados de la pareja de los Jon: Aguinaga y Saizar (también alguna chica me ha preguntado por el del pantalón blanco) representantes de la Sucursal de Usurbil, entraron muy sonrientes en la meta, a poco más de un minuto de nuestras primeras chicas. Tengo la impresión de que estos no llegaron a sufrir ¿verdad?
El que sí sufrió, como siempre, fue Aitor Bellosillo. Da lo mismo el ritmo, la distancia o la compañía. Él siempre sufre, a la vez que entretiene a los que le acompañan. Dos ‘históricos’, como Pepelu Fonseca, que vuelve de una larga lesión, e Igor Ayerbe, de quién también hablaré más adelante en su rol de organizador, y un debutante, el cordobés Jesús Martínez, ‘expatrido’ en Zumarraga, que ya empieza a chapurrear en euskera y que hace que nuestros clientes del Goierri alucinen con su acento, tuvieron la suerte de disfrutar de la compañía de Aitor. Por cierto que Aitor Bellosillo, que tiene una especie de imán para todas las chicas de Ibaeta, no pudo contener a sus compañeros, que fueron tan poco caballerosos de adelantar a Karmele, Mari, Cristina y Alaitz pocos metros antes de llegar a la línea de meta.
El tercero de nuestros equipos lo formaban Unai Mugica (que desertaba el Equipo A, en el que por prestaciones debería ser fijo), Eduardo Mugica, Jon Arcelus y Garikoitz Furones. Hicieron una buena carrera y entraron con muy buena cara.
Y vamos con los dos primeros equipos. Javier Barace (as usual) el mismo viernes 25 desató la guerra psicológica en la que, como un corcón, (va por ti, Eneko) entró Eneko Zabalza. La sucesión de mails, plagados de toda clase de bravatas, daría para escribir otra crónica, que dejo a quien se anime a hacerlo. Al final la cosa quedó en que les sacábamos más de un minuto.
Fueron 2’:46”. Iñigo Chaurreau (sí, sí, ese que estáis pensando, el excliclista, compañero nuestro de Garibai), a quien la organización cazó a lazo para cubrir la baja de Ficher, recordando sus orígenes y sus dotes contrareloj, dirigió el grupo, regulando el ritmo para exprimirse al máximo, o eso dijo, porque en las fotos aparece con cara de póker. Será la costumbre de su época ciclista de no dar pistas a los contrarios. Y eso que ha perdido 2 años sin hacer deporte y ganado (que dirían nuestras madres) bastante más que 2 kilos. El incombustible Javier Barace (que amenizó la subida a Urgull cantando el himno de Ochagavía), el polifacético Carlos Hernando (recuperado de su rodilla) y el versátil Iñaki Zubimendi (igualmente recuperado de la paliza de la media maratón de la semana anterior), siguiendo su rueda, llegaron felices a la meta. No sé cómo hubieran llegado si nos llegan a ganar…
Respecto del ‘Equipo A’, formado por Lander García, Enezo Zabalza, Xabier Zumarraga y yo mismo, Gabriel Beldarrain, empezaré por cuestionar mi presencia, a punto de cumplir 57 años, en este Equipo. Parafraseando al Rey, ‘me llena de orgullo y satisfacción’ estar en el ‘Equipo A’, pero se me ocurren media docena de compañeros que podrían hacerlo mucho mejor que yo.
En cuanto a la carrera, rápida salida de Eneko y Lander, que iban silbando. Bajamos el ritmo cerca de Urgull, donde superamos a un par de equipos (uno de ellos el segundo mixto de la Policía Municipal, siendo testigos de su ‘txapuza’). Ahí le tocó sufir a Xabier, a quien tuvimos que dar un tiempo para que pudiera recuperarse. Cuando lo hizo, fue a mí a quien le tocó sufrir, con un último kilómetro en 3’:45”. Me llevaron con el gancho y conseguimos superar a unos de rojo que fueron siempre por delante. Nos faltó un poquito para pillar al primer equipo mixto de la Policía Municipal. Lander y Eneko fueron ‘sobraos’.
Bueno, voy terminando con tres menciones. La primera a Igor Ayerbe y Lander García, magníficos y generosos organizadores de este sarao. Suyo es el mérito de superar cada año el número de participantes y de que de lo único que nos tengamos que ocupar sea de correr.
La segunda para nuestras chicas, para todas, las que subieron al podiumn y las que se quedaron cerca. Suyo es el futuro.
Y la tercera una reflexión, nacida, tal vez, de mi carácter competitivo. Si Kutxa-Kutxabank es la primera empresa de Gipuzkoa y la que más equipos presenta en la Carrera de Empresas; si nuestras chicas arrasan, algo debemos cambiar cuando nuestro mejor equipo masculino sólo es capaz de clasificarse el 10º. Estoy seguro de que tenemos ‘mimbres’ para sacar un mejor equipo y para ello necesitaríamos contar con los ausentes (incluyo aquí a nuestros compañeros de Bizkaia y Araba) y que los presentes mejoren sus prestaciones… que lo pueden hacer. El año que viene, tenemos que mejorar y a medio plazo, 2-3 años, nos tenemos que plantear ‘subir al cajón’.
¿Quién se anima?