Las chicas lucen espectaculares |
Después de correr el domingo en Ulm (ya hablaremos de la carrera de los 10 kms. del Sparkassen Marathon), dor-mimos en Munich y ayer estuvimos en la Oktober-fest, que es mucho más que la feria de la cerveza.
Lo primero que me sorprendió fue la extensión del Theresienwiese, que es donde se celebra la fiesta. Es enorme. Y hay de todo. De entrada, parece un Parque de Atracciones. No falta ninguna: norias enormes, montañas rusas... de todo. Cada día pasan por allí más de 300.000 personas, que se reparten por toda la feria y que ¡cómo nó! visitan alguna de las carpas de las cerveceras. La gran mayoría de los visitantes, que llegan de todas partes, con el traje regional. Las chicas lucen espectaculares.
Aunque las hay de diferentes tamaños, todas las carpas son enormes, están magníficamente decoradas, cuentan con una orquesta, reina un ambiente espectacular y es casi imposible conseguir una mesa sin una reserva previa.
Del tamaño de un campo de fútbol. En medio, la orquesta |
Siendo lunes, hasta las 14:30 no conseguimos mesa en la Hacker-Pschorr-Bräu, que nos habían recomendado por su excepcional ambiente, del que puedo dar fe. Del tamaño de un campo de fútbol, puede albergar a casi 10.000 personas. Nada más sentarnos, nos sirvieron siete jarras de cervezas de un litro, a 10 € cada una, que se cobran en el momento de ser servidas. Cash. Pedimos la comida, que nos sirvieron casi de inmediato. El codillo estaba espectacular, lo mismo que las salchichas y el pollo. También en esta caso el pago fue al momento y en cash. Estuvimos allí hasta las 17:00 más o menos y entramos y bebimos en otras cervecerías, igual de espectaculares.
La Theresienwiese abarrotada |
Yo me retiré a las 20:00 y mis acompañantes, más jóvenes y mejor entrenados, aguanta-ron hasta el cierre, que se produce diariamente a las 23:00 horas.
Es una fiesta que merece la pena conocer, preferente-mente en grupo, perfecta-mente organizada hasta en sus más pequeños detalles, plena de ambiente y colorido, a la que no es necesario llevar dinero: todas las carpas cuentan con su propio cajero automático.
¡Ah! La cerveza, especialmente elaborada para la Oktoberfest, está buenísima.